domingo, 7 de diciembre de 2014

Noche de los Museos 2014- Colaboración con el Palacio de Justicia

El pasado 21 de Noviembre, se realizó una nueva edición de"La Noche de los Museos" en la ciudad de Córdoba, por cuarto año consecutivo.
Este evento organizado por la Universidad Nacional de Córdoba junto a la Municipalidad y la Provincia de Córdoba, propone que los museos de la ciudad permanezcan abiertos por la noche durante 6 horas, con entrada libre y gratuita.


En años anteriores había tenido oportunidad de visitar museos que de otra forma no podría conocer, porque se superpone con mi horario de trabajo o porque desconozco los horarios en que están abiertos al publico.
Esta vez fué diferente, pues junto a mis amigos de la Sociedad Victoriana Augusta Argentina de Córdoba, e invitados por la Dirección del Palacio de Justicia de la Provincia de Córdoba (Tribunales I) asistimos con nuestros atuendos del 1900, para pasear por el bellísimo edificio y mezclarnos entre los visitantes como fantasmas de otra época.

Palacio de Justicia durante "La Noche de los Museos"

Por supuesto que lejos de ser actores, no asumimos ningún juego de rol, y superado el primer momento de incomodidad fruto de la mirada de la gente, nos distendimos y comenzamos a interactuar con la gente charlando un poco sobre el Recreacionismo Histórico y los trajes que llevábamos puestos. 

Mr. D.H. Grantham, Mme. Skoczynska, Miss Josephine, M.Rodchenko y Miss Megan

Afortunadamente se nos ocurrió realizar postales para distribuir entre los presentes, contándoles un poco acerca de nuestra Sociedad y que sirviera de recuerdo del momento compartido.
Postal conmemorativa de nuestra participación

El edificio que ocupa el Palacio de Justicia, es un exponente de la arquitectura academicista, obra de los arquitectos José Hortal y Salvador Godoy.
En él se destaca el pórtico de acceso, exento respecto a la fachada principal y coronado por un tímpano sobre cuatro columnas, que tras pasar por un foyer se accede al "Salón de los Pasos Perdidos", un soberbio espacio de triple altura, coronado por una boveda de cañón corrido casetonada, que remite a la tipología de basílica romana. En su interior, y distribuidas en los distintos salones hay obras de distinguidos escultores, tales como Troiano Troiani, Pedro Zonza Briano y Horacio Suárez Serral.
Las tendencias de arquitectura llegaban algo atrasadas  a Córdoba por entonces, y mientras el Art Decó y los nuevos movimientos modernos caracterizaban la arquitectura internacional, los revivals históricos como el neoclásico o el neogótico, la arquitectura academicista y el eclecticismo de moda durante el siglo XIX aún se mantenían como estilos para la construcción en el interior argentino. 
Cuando nos convocaron para participar en el evento, y puesto que en el interior se emplaza el mausoleo del Dr. Dámaso Simón Dalmacio Vélez Sarsfield (abogado y político argentino, autor del Código Civil de Argentina de 1869, la mayor parte del cual aún continúa vigente), lamentamos no tener tiempo para confeccionar prendas de mediados de siglo XIX para rendirle homenaje.
Entonces optamos por presentarnos con prendas de principios de siglo XX, como tributo a los miembros de la Sociedad Cordobesa que dieron origen al Edificio del Palacio de Justicia actual, y que años después se terminaría de construir, puesto que fué inaugurado en 1936, durante la gobernación del Dr. Pedro Frías, fecha que escapa del período de interés para las recreaciones de la Sociedad Victoriana Augusta.

Miembros Cordobeses de la Sociedad Victoriana Augusta junto al Mausoleo del Dr. Velez Sarsfield

Para asistir volví a usar  mi atuendo deportivo compuesto principalmente por el boating blazer y el canotier, y le presté otro atuendo deportivo con mi Norfolk Jacket a Monsieur Rodchenko.

Lo diferente fue que recorté mi barba a la Souvarov, como ya lo había hecho antes para la recreación de un picnic eduardiano.

Además de darnos el gusto de visitar un lugar así con nuestras prendas victorianas, buscábamos con esta participación difundir nuestra asociación cultural y en que consiste la recreación histórica, en pos de adhesión y apoyo a nuestras actividades y esperamos haberlo logrado.
Miembros Cordobeses de la Sociedad Victoriana Augusta , en el centro del  Salón de los Pasos Perdidos durante el desarrollo de "La Noche de los Museos"

lunes, 24 de noviembre de 2014

Conociendo a Mr. Grantham

Me he propuesto presentar debidamente a D.H. Grantham, mi alter-ego victoriano (*1).
Mr. D. H. Grantham
Autorretrato- Miniatura obsequiada a Mme.Skoczynska .

Daniel Herdinand Grantham (*2), proviene de una larga tradición de comerciantes y banqueros. Siendo el segundo hijo de su generación-pero el mayor de los varones-, sería el primero de su familia que se alejaba del camino del comercio, para dedicarse a la arquitectura y las bellas artes.
Los Grantham, una familia antigua cuyo apellido de origen anglosajón proviene del lugar llamado así en Lincolnshire, se remontan a 1363 junto al origen del poblado, cuando "Los Castillos, mansiones y ciudades de Stamford y Grantham" fueron otorgadas a Edmund de Langley, Primer Duque de York, y quinto hijo de Eduardo III de Inglaterra. Si bien se supone que Grantham House fue el sitio de un castillo, no hay una identificación o datos fiables de su ubicación o existencia.
Grantham , 1835, Robert Creighton
engr. J. & C. Walker for Samuel Lewis's Topographical Dictionary

En cuanto al origen del apellido, el primer elemento es el nombre personal "Granta", aunque también puede venir del inglés antiguo que es piedra o arena. El segundo elemento del nombre es “ham” que significa hacienda, por lo tanto, sería algo así como "Hacienda de Granta", o "Granja de piedras”.
Escudo de familia Grantham

La infancia de Daniel- conocido como D.H. o "Di" en los circulos sociales, para distinguirlo de su abuelo y de su padre (senior y joven, respectivamente)-transcurriría en Grantham House, ubicada sobre Castlegate, en el poblado rural homónimo.
La encantadora casa antigua data del siglo XIV (aproximadamente 1380), los jardines amurallados que la rodean se extienden hasta las orillas del río Witham. La casa fue muy reformada en el siglo XVI para formar un hermoso edificio isabelino en el corazón del poblado de Grantham. La fecha grabada en piedra muestra 1574 como el año en que se completó la reconstrucción, aunque a lo largo de los años continuarían las modificaciones, por lo que representa una intrigante mezcla de estilos arquitectónicos que abarcan muchos siglos, incluyendo el frente sur en estilo Georgiano. (*3)
Grantham House

Probablemente la reforma de esta fachada sea una de las primeras incursiones en la arquitectura de Mr. Grantham, influenciado por Roger Pratt, John Webb y Sir Christopher Wren, los diseños realizados para Bath, y la arquitectura Palladiana que había estudiado durante su Grand Tour en el continente. 
Es también un modesto ejemplo de la influencia de su vecina Belton House, residencia de campo de los Brownlow Cust -de estilo Restauración-, cuyos salones y jardines fueron el centro de la vida social de la zona.
Vista de Belton, Escuela inglesa, c.1720, escalera oeste de Belton House

Belton House
(Locación de "Rosings", en la adaptación de "Pride and Prejudice" -1995, BBC)

Desde pequeño demuestra inclinacion por la pintura y el dibujo, lo que luego lo llevaría a realizar estudios de Artes, Arquitectura e Historia. Hacia la adolescencia parte a Londres para completar su educación, e ingresa a trabajar en el diseño y construcción del Royal Crescent de Bath bajo las órdenes John Wood el joven. Su vida orbitará en torno a su tierra natal y estas dos ciudades. 
Al igual que muchos jóvenes de su época tendrá diversas aficiones: su interés por la vida social lo que lo llevará a colaborar con el periódico "La Columna Augusta", sus capacidades para el dibujo lo llevarán a acompañar a distintas expediciones realizando mapas e ilustraciones que luego acompañarán obras de literatura científica,  su inclinación hacia la filantropía lo llevará a colaborar con Museos y Sociedades Culturales, y su sentido del deber a participar de la carrera militar en el Ejército Británico
Su admiración por personajes como Beau Brummell hará que se interese por la indumentaria-su estudio, diseño y confección-desarrollando habilidades en sastrería.
Desarrolla una gran admiración por el trabajo de William Morris, quien lo invita en reiteradas ocasiones a visitarlo en su "Red House", en Bexleyheath.

Mediando su vida, emigra a Argentina, y trabaja para firmas de ferrocarriles ingleses establecidos en ese país.
 Estación de ferrocarril

Se establece en la floreciente ciudad de Córdoba, participando de la renovación urbana de esta antigua ciudad colonial, colaborando con profesionales como Carlos Thais (renombrado arquitecto, naturalista, paisajista, urbanista, escritor y periodista francés, que realizó la mayor parte de su obra en Argentina).
 Ciudad de Córdoba, hacia 1890

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(*1) Si bien inicialmente había optado por un personaje de ficción al momento de elegir un nombre para mi avatar al ingresar por allá en 2010 a la Sociedad Victoriana Augusta- Sir Marmaduke Bonthrop Shelmerdine-, con el pasar del tiempo me di cuenta que sería mas interesante generar un avatar que no tenga relación con algún personaje friccional , y que permita toda la libertad al momento de recrear.
Así, de un novelesco ideal- producto de la imaginación de Virginia Woolf- se fué gestando un personaje mas a mi medida. 
Lo primero  fué decidir su origen optando por el inglés, pues me resulta un lugar fascinante en el devenir del Siglo XIX. Luego fué el trato, inicialmente era Sir, pero para las actividades que realizaría quedaba mas acorde ser Míster o Señor, que denota una posición respetable en la sociedad pero que no está ligado a un tratamiento nobiliario. 

(*2) La elección de los nombres responde a la coincidencia con mis iniciales y nombres reales, así como el apellido evoca románticamente ruinas inglesas que siempre han despertado mi imaginación, como las de la" Abadía en el robledal " de Caspar David Friedrich, o "Cumbres Borrascosas" de Emily Brontë. Si bien Hernán no tiene traducción al inglés, proviene de Fernando (Ferdinand en inglés). Por un capricho de mantener las iniciales aparece este nombre híbrido y particular.

(*3) Los datos de Grantham y Belton House son reales, la relación del personaje con ambas residencias y sus moradores es ficción, así como las relaciones establecidas con los otros personajes citados.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Victorian-Mini-Me

Descubrí la Sociedad Victoriana Augusta por casualidad, buscando información sobre Casas de muñecas, pues por entonces planeaba construir una para obsequiarle a mi sobrina Anna para su cumpleaños. 
Foto de casa de muñecas para Anna

Por las vueltas de la Web,encontré el foro de SVA, al ingresar al hilo de casas de muñecas - donde además de encontrar los ejemplos mas hermosos de casas de muñecas del siglo XIX obtuve muchos consejos para realizarla-, y de ahí se abrió un nuevo mundo para mi: un mundo en el que siempre había soñado vivir, pero que jamás creí que podría compartir en esta vida.
Esto viene a introducción porque no solo me interesa el recreacionismo y la confección de prendas de época, sino también tengo fascinación por el modelismo y los juguetes, ya en otra oportunidad presenté mi Playmobil Redcoat, pues toca el turno ahora de un muñeco.

Se trata de un muñeco de 29 cm de altura (tipo los de la línea de muñecas Barbie), y es que lejos de intentar parecerme al apolineo Ken, dediqué algunas horas de ocio para obtener una versión miniaturizada de Mr. D.H. Grantham, mi alter-ego victoriano
Tras realizar algunas modificaciones en la fisonomía a un muñeco de este tipo (como despintar rasgos con acetona, cortar secciones correspondientes de cabeza y pelo de goma con un cutter -puesto que la goma de la cabeza es bastante delgada en algunos lugares se hicieron agujeros que tuve que rellenar- así como modelar una forma de cabeza mas parecida a la mía y modificar algunas facciones como agrandar la nariz, levantar el entrecejo, o aumentar las mejillas, utilizando masilla epoxi para artesanos, colocar lana de acero en barba y cabello, y luego repintar la cabeza y rasgos de la cara con pintura acrílica) no puedo vanagloriarme del parecido, que resultó algo vago, pero estoy conforme con el resultado de este modelo a escala.

Antes y después de la modificación del muñeco

Por supuesto que estaría incompleto sin sus correspondientes atuendos victorianos, miniaturas de algunos que he confeccionado para mí y que ya he presentado.

D.H. Grantham en uniforme de Infantería de Línea (1868-1871), 
utilizado con motivo de la recreación del período de 1868 a 1876, realizada en el año 2013.

Atuendo Regencia (1805),
 utilizado para la recreación de una tertulia de 1810, realizada en 2011.

 Frac Eduardiano (hacia 1900), 
utilizado para la recreación de una Cena de Gala Eduardiana hacia 1905, realizada en 2012.


miércoles, 29 de octubre de 2014

La vida y la Edad del Hombre según James Baillie

Organizando fotografías familiares se evidencian los cambios que se han producido en nuestras vidas: como pasan los años, cambian las épocas y las modas, desde mi "ochentosa" infancia hasta la actualidad, pasando por breves regresiones al siglo XIX.
Al parecer este ha sido un tema que ha puesto a pensar a mas de uno, desde siempre, y particularmente en el siglo XIX se evidenció aún mas. Esto sirve como excusa para compartir una imagen que me encanta. Se trata de la litografía "La vida y la Edad del Hombre: Etapas de la vida del hombre, desde la cuna hasta la tumba" de James Baillie(1848).
"La vida y la Edad del Hombre: Etapas de la vida del hombre, desde la cuna hasta la tumba" 
de James Baillie(1848).

"La vida y la Edad del Hombre / La vida y la edad de la mujer" fueron temas populares en la litografía, generalizados desde el advenimiento de la imprenta, constituyen recordatorios visuales de la fragilidad de la vida. Imaginando las distintas edades y/o etapas de la vida, este ha sido un tema recurrente entre los artistas, desde el Renacimiento hasta el siglo XIX. Las primeras fueron impresas para un público popular, para atraer a sus temores acerca de la vida y la muerte; el pecado y la salvación; y estimular la creencia en una vida moral. 


En 1540, el pintor alemán Jörg Breu, el más joven (ca. 1510-1547), publica las diez Edades del Hombre, uno de los primeros grabados que muestran las etapas de la vida, con escaleras que conducen hacia arriba y hacia abajo, y como el hombre pasa de la cuna a la la tumba. Abraham Bach repite el motivo en el siglo XVII, pero agregó una mujer en cada paso, con el título más políticamente correcto de "Diez edades de la vida humana".

La impresión satírica "Las Edades del Hombre" publicado en 1630 por Thomas Jenner (muerto en 1673), se parece mucho a las del siglo XIX. Presenta la vida de un hombre en once pasos, con tres musas en el arco central de abajo. 
Impresión satírica "Las Edades del Hombre" 
publicado por Thomas Jenner(1630) 

Particularmente fué un tema muy popular en la litografía norteamericana del siglo XIX, especialmente entre grupos protestantes victorianos, principalmente Ango-calvinistas cuyas creencias estaban centradas en la soberanía de Dios y la debilidad del hombre. A través de la joyería de luto y los retratos post mortem, expresaron tanto la conciencia de la mortalidad humana como la creencia en la vida eterna. Al igual que los retratos, la "Vida y Edad del Hombre" bien podría haber decorado una habitación en una casa familiar, como servir de herramienta de enseñanza para el aula o la escuela dominical. 

Albert Alden (1812-1883) retoma la  composición anterior representando la vida en once etapas,en su "La vida y la Edad del Hombre: Etapas de la vida del hombre, desde la cuna hasta la tumba, en la que todos los cristianos vean su frágil naturaleza, y las miserias que asistir a una vida pecaminosa", ofrece el diablo abajo en el centro, tentando a dos hombres , pues es uno quien acepta o rechaza estas tentaciones, y sobre él hay un reloj que no se detiene, acercándonos a la noche. 
La vida y la Edad del Hombre: Etapas de la vida del hombre, desde la cuna hasta la tumba
Publicado por Thompson and Alden (1835-1840)

Docenas de otras versiones fueron publicadas, compradas, y colgadas en las paredes de dormitorios lo largo del siglo XIX. Grabadores como Gustav S. Peters o George Cram, diseñaron otras versiones, con sólo ligeras variaciones, al igual que Nathaniel Currier, las publicadas por Kellogg & Comstock o Curtis &Ives, o la de James Baillie, autor de la litografía que dió origen a este post. En general las variaciones eran detalles que cambiaban por el paso del tiempo, como los uniformes militares, los peinados de las señoras, y las siluetas de trajes, que eran alterados para hacerlos atractivos a los gustos de la clase media, los probables consumidores de estas publicaciones, recordándoles a través de la moda un tema eterno: el ciclo de la vida. 
La vida y la Edad del Hombre y de la Mujer: Etapas de la vida, desde la cuna hasta la tumba
George Cram

Fuentes:
https://blogs.princeton.edu/graphicarts/2011/04/resist_the_devil_and_he_will_f.html
http://www.philaprintshop.com/onstonelist.html


sábado, 11 de octubre de 2014

Dandi Argentino: Lucio V. Mansilla


Y pasó la feria del libro por Córdoba, pero no sin dejarme algunas horas de buena compañía… o al menos de lectura.
Me refiero a “El gran libro del dandismo”, una compilación Editora Mardulce, que reúne el “Tratado de la vida elegante” de Honoré de Balzac, “El pintor de la vida moderna” de Baudelaire, y “Del dandismo y de George Brummell” de J.A. Barbey d’Aurevilly, prologado por mi estimado Alan Pauls.

Lo cierto es que si bien aún no he avanzado demasiado con la lectura, y aunque el “Tratado” de Balzac me está deleitando, me llamó poderosamente la atención una cita de Lucio Mansilla en el prólogo de la edición: “Soy el hombre de mi facha y de mi fecha”. Imposible no poder indagar un poco mas sobre este personaje, que al parecer es uno de los pocos Dandis criollos reconocidos.
Lucio V. Mansilla - daguerrotipo

Lucio Victorio Mansilla, hijo de Lucio Mansilla, guerrero de la independencia argentina y militar federal destacado en las luchas civiles del litoral, y de Agustina Ortiz de Rosas “La belleza de la Federación”- la hermana menor del “Restaurador” Juan Manuel de Rosas-, nace el 23 de diciembre de 1831. 

Lucio Norberto Mansilla (Oleo de Goulu) - Agustina Ortiz de Rosas de Mansilla (Óleo de García del Molino)

Mansilla pertenecía al linaje de estancieros dueños del país -y, sobre todo, de su provincia más rica, Buenos Aires-, señores feudales de horca y cuchillo, apenas atemperados sus excesos por la lenta infiltración de usos y costumbres de los dos países rectores de Europa, o sea, del mundo en el siglo XIX: Inglaterra y Francia.
Agustina Rosas de Mansilla, con su hijo Lucio-Acuarela de Enrique Pellegrini, 1835

Sus primeros años trascurrirían en Buenos Aires, allí realizará sus primeros estudios Una educación fundamentada, como era de rigor entonces, en las humanidades clásicas, pero bastante dispersa, y el ya apuntado rango social lo llevaban a ser un gran señor dedicado, como quería su padre, al comercio de carnes, producción básica de las vastas posesiones familiares.
Ya en su adolescencia se involucra en algunos romances- que incluyen intentos de fuga y retiros en casa de sus tíos en el interior para alejarlo de estos idilios, en uno de los cuales enamora a una de sus primas- que terminarán por enviarlo al asiento militar de su padre, y a la edad de 17 años a un viaje de negocios a India en el que se sabe hizo de todo menos los negocios que le encargaron. 
Luego siguió su viaje a Egipto, hasta el Cairo, y luego Europa. En París, se dedica a la vida galante, y comienza a redactar un diario desde 1850, más tarde utilizaría estos recuerdos en sus famosas Causeries.
Un año después decide regresar a Buenos Aires, porque le llegan noticias inquietantes a cerca de la inminente caída de Rosas y teme por su familia.

"Desembarcó -informa su biógrafo, Enrique Popolizzio- luciendo vestimenta extraña y fastuosa: pantalones angostísimos, llamativa levita muy larga, sombrero de copa alta, reluciente y puntiaguda". Desde el puerto, una turba de chiquilines asombrados y burlones lo sigue hasta la casa paterna, en la esquina de las actuales Suipacha y Alsina. No habían visto nada, todavía. Para ir a saludar al tío Juan Manuel y a la prima hermana Manuelita, en la residencia de Palermo, el dandi porteño se vistió así: pantalón gris perla, levita azul, chaleco rojo (naturalmente) con botones de esmalte, corbata de raso azul, de doce vueltas, alfiler de zafiro, botas angostas de charol, guantes amarillos y la famosa galera de felpa.
"Mama" Agustina le sugirió usar, en vez del zafiro, un alfiler con la cabeza de Minerva labrada en coral; Lucio Victorio la prendió en la solapa, manifestando así, desde temprano, su desdén de las convenciones y su certeza de que la moda la impondría él. Su propia moda, claro.
Es de imaginar la sorpresa que atuendo semejante provocó en el cortejo que escoltaba a Manuelita. Estas excentricidades le valdrían el mote de algunos de “Dandy” e incluso “principe de las pampas”.




Retrato de Manuela Rosas- 
Óleo de Prilidiano Pueyrredón(1851)

La caída de Rosas no sólo perturbó las finanzas familiares. Lucio Mansilla padre, guerrero de la Independencia y honorable defensor en la Vuelta de Obligado frente a las escuadras combinadas de Francia e Inglaterra, resolvió alejarse por un tiempo de las costas del Plata y emprendió viaje a España con su hijo mayor. Del exilio guardará Lucio hijo el recuerdo de las veladas con los colegas de su padre que habían intervenido en la guerra contra Napoleón. Soldados encallecidos que evocaban sin tapujos, con la franca contundencia de la lengua española, los horrores de la contienda, tal como los registró Goya para siempre. De Madrid fueron a París, y allí los argentinos conocieron y trataron al inminente Napoleón III, todavía presidente de una Francia que se ponía mansamente a sus pies, y a su cortejada, la bella Eugenia de Montijo. Quiere la leyenda que Mansilla padre haya aconsejado a la noble andaluza aceptar la oferta matrimonial del emperador.


Ya reinstalado en Buenos Aires contrae matrimonio, con su prima de Chascomús, Catalina de Rosas y Almada, el 18 de septiembre de 1853. Por entonces se dedicará al perdiosimo, participará de la vida política argentina y a la diplomacia, llegando a Diputado, y se incorpora al ejército como Capitán, lo que no le impide continuar su labor periódística y sus inquietudes intelectuales, escribiendo un “Reglamento para el ejercicio y maniobras del Ejército Argentino”, una década después decide probar suerte en el teatro con “Gull o Una venganza africana”( pieza que obtuvo un éxito extraordinario), y en colaboración con su íntimo amigo Domingo Sarmiento traduce “París en América”.

Lo fascinaban los inventos, los avances de la técnica, las exploraciones de continentes todavía vírgenes. Una curiosidad ilimitada espoleaba a su poderosa inteligencia. Hijo de su tiempo, se interesó tanto por la presunta ciencia de la frenología -reconocimiento del carácter de una persona por las características de su cráneo- como por la electricidad, la incipiente investigación del átomo, las andanzas de los espiritistas. Más que la naturaleza, las artes (cuya reina era, para él, la pintura), la física, la química, lo atraían las personas.

Militar y diplomático, El General Mansilla trata de establecer la paz con las tribus ranqueles, lleva a cavo con éxito la misión encomendada por Sarmiento de estirar las fronteras hasta Río Quinto. Mansilla lucha por la incorporación de los indígenas a la vida civilizada, de estas experiencias surge su libro más famoso “Una excursión a los indios ranqueles”.

De uno de sus viajes a Europa recordará la exclamación de una dama francesa:"¡Qué hermoso debe de ser con sus plumas!", cuando le informaron que el caballero, tan apuesto y elegante, que en aquella fiesta en París le había llamado la atención hasta el punto de requerir -discretamente- sus datos, era un militar argentino. Vaya imagen tenían en Europa de Argentina -poblada de salvajes, como las alegorías y tapices que decoraban los muros de sus palacios-, y que sorpresa encontrar semejante embajador.
Su vida continúa como una novela: en medio de la peste de 1871 es atacado a balazos por uno de sus ex ayudantes, es nombrado intendente militar de Córdoba y San Luis, y luego gobernador de Chaco, se bate a duelo (dando muerte a su contendiente con un balazo en el corazón), enferma y viaja a Argel, es encarcelado por enfrentar a Roca (a quien había apoyado en su campaña presidencial), siempre brillando en la sociedad porteña por su encanto personal y elegancia. Protagonista absoluto de todo lo que escribió, encarnación suprema del narcisimo, y transgresor: muchas veces lo traicionaba el impulso irresistible de imponer su criterio por encima de normas y leyes, convencionales, si se quiere, pero vigentes. Aún en su faceta militar cubría su siempre impecable uniforme reglamentario con una capa de paño rojo que destacaba su individualidad y elegancia.



En los ’90 repartirá su tiempo entre París y Buenos Aires, la Argentina ya no es el país dirigido por las minorías selectas que fueron el circulo de sus amistades, y verá como se desvanecen sus anhelos políticos. Aún, fiel a su espíritu de Romántico escribe sus memorias, se enamora de Mónica Torromé (una viuda de sociedad a quien dobla la edad) con quien se casa en Westminster, y hasta es uno de los aventureros que practica ciclismo.


El fotógrafo de moda por entonces, el inglés Witcomb, lo retrató, mediante un truco con espejos, sentado a una mesa en animada conversación consigo mismo. ¡Cuánto le habrá complacido al general esa reiteración de elegantes, idénticos Mansillas, cuatro o cinco, contándose y volviéndose a contar las infinitas anécdotas de una vida increíblemente rica en peripecias, en aventuras, en personajes curiosos!





En París vuelve a la vida social, y luego de idas y venidas a Buenos Aires, permanece en Francia desde donde remite sus crónicas a El Diario de Láinez y concluye sus Memorias, y allí fallece el 8 de octubre de 1913.


Un personaje fascinante este que estoy conociendo y que antes solo me sonaba como el nombre de una calle. El único problema es que ahora me dan ganas de leer sus Causeries y suspender a Balzac-Baudelaire-Barbey dÁurevilly.



Del material que encontré en la web,y que he incluído en esta publicación, el artículo "Lucio Victorio Mansilla, el príncipe de las pampas" de Ernesto Schoo para La Nación.com, me pareció simplemente maravilloso y recomiendo su lectura.

Fuentes:
http://web.clarin.com/ciudades/Lucio-Mansilla-dandi-nacional_0_544145702.html
http://www.lanacion.com.ar/215876-lucio-victorio-mansilla-el-principe-de-las-pampas
http://www.lanacion.com.ar/1632161-dandismo-la-actitud-como-una-obra-de-arte
http://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_V._Mansilla

sábado, 13 de septiembre de 2014

Novena Reunión SVA Argentina - Recreación Período Victoriano, 1875

Retomando los eventos realizados durante la Novena Reunión Anual de la Sociedad Victoriana Augusta, es el turno de hablar de lo sucedido el día sábado 16 de agosto de 2014 , en el que recreamos el período victoriano hacia el año 1875, correspondiente a la moda polisón y forma natural femenina, con la que iniciamos la "Season" victoriana 2014.
Si bien había sido pensada como una reunión de té en el Hotel Alvear, quiso el destino o la buenaventura que tuvimos que cambiar de locación y comenzamos a planear la visita a Villa Ocampo, San Isidro.
Como el plan original requería cierta formalidad, por tratarse de una reunión en un Hotel céntrico de gran categoría de la capital argentina, había comenzado a confeccionar pantalones grises con rayas mas claras y un chaleco gris para usar con mi Chaqué: un conjunto de día pero mas elegante que el que había usado en la recreación de este período el año anterior. Finalmente como mudamos el evento a una casa suburbana,"villa de campo" o "veraneo", el evento requería menos formalidad, así es que volví a usar el mismo traje del año anterior, y destiné todo mi tiempo a la confección del atuendo para Mme. Skoczynska.
Mr. Grantham y Mme. Skoczynska 

Este evento se desarrolló un día antes del Té eduardiano, y era el primero al que asistiría Mme. Skoczynska. Partimos del Hotel ubicado en Avenida de Mayo hacia la Estación  Mitre en Retiro para abordar el tren hacia San Isidro. Si bien tanto las máquinas como los vagones no son de la época- ni se acercan-, la estación y los hangares aún mantienen el encanto decimonónico, algo degradado por los comercios actuales y la señalización (que si bien útil no guarda ningún tipo de relación estética con el entorno nos sirvió para orientarnos en un lugar que ninguno de los cuatro conocíamos). 
El grupo de excursionistas estaba compuesto por MmeSkoczynska, Miss Megan, M. Rodchenko (quien nos acompañó durante toda la reunión, pero no participó de la recreación, aprovechando para tomar fotografías), y yo, Mr. Grantham.

Villa Ocampo


Los cordobeses fuimos los primeros en llegar a la casona, lugar que había despertado mi interés y fascinación desde la primera vez que supe de ella a través de una nota de la revista "La Nación", por allá a mis diez años, desde entonces hice maquetas y dibujos inspirados en la casona, hasta que luego descubriría la literatura de Victoria Ocampo y el grupo de la revista "Sur", para sellar mi eterno amor a este lugar. 

Así es que medio como en un sueño fuí descubriendo el exterior de la casona , y mientras esperábamos a los demás invitados y tomábamos algunas fotos del lugar, aproveché para registrarla en mi cuaderno.

Villa Ocampo es el nombre de la residencia de veraneo de la aristocrática familia Ocampo, ubicada en la calle Elortondo 1837, Beccar, Partido de San Isidro, Provincia de Buenos Aires, lugar que posteriormente fue la vivienda de Victoria Ocampo.
En 1580, poco después de la fundación de Buenos Aires, Juan de Garay hizo el reparto de 65 terrenos en la ribera norte. Con el correr del tiempo, estas propiedades fueron paulatinamente utilizadas para cultivos y plantaciones, hasta transformarse, ya avanzado el siglo XIX, en quintas de veraneo de familias aristocráticas porteñas.
La Villa Ocampo se construyó en 1891, sobre un gran terreno de diez hectáreas delimitado por la Avenida Libertador, las calles Uriburu y Florencio Varela, y el Río de la Plata. El terreno pertenecía en un principio a Francisca Ocampo de Ocampo, tía de Manuel Ocampo, padre de Victoria y conocida como "tía Pancha", quien lo cedió para que Manuel construyera allí la casa. El proyecto fue del ingeniero Ocampo quien edificó allí una típica villa italiana, donde toda la familia pasaría sus veranos de noviembre a marzo.

La “tía Pancha” dejó estipulado en su testamento que, a la muerte de Manuel y su esposa, Ramona Aguirre, quien herede la propiedad debía ser Victoria Ocampo, la hija mayor del matrimonio, quien debía repartir el amplio terreno con sus hermanas. Así, a la muerte de sus padres, Victoria heredó Villa Ocampo y subdividió el terreno. Hoy Villa Ocampo cuenta con un predio de una hectárea.
Victoria decidió donar esta casa, y su residencia de verano en la ciudad costera de Mar del Plata, Villa Victoria, a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura(UNESCO).
Desde 2003 funciona como museo bajo el nombre de Proyecto Villa Ocampo de la UNESCO, con la colaboración del Estado argentino, de la Municipalidad de San Isidro, de la Asociación Amigos de Villa Ocampo y de muchos donantes y patrocinantes, y de la propia UNESCO se restauraron la casa, el jardín, el mobiliario, las colecciones de arte y fotografía y los 11.000 libros de la Biblioteca. El sitio se abrió para visitas y se puso en marcha una programación cultural amplia y abarcativa dirigida a un público diverso.En 1997 el gobierno argentino declaró a Villa Ocampo Monumento Histórico Nacional.



Retomando el desarrollo de la reunión, de a poco fueron llegando la siempre perfecta anfitriona Lady Evangeline, Doña Mariana y Mlle. Tatiana-quienes a pesar de los inconvenientes causados por distintas lesiones lucieron estupendas durante todo el evento-, luego Miss Georgiana acompañada Don Adrían, y Mme. Fernande, quien con su espíritu "avant-garde" fue la única en optar por una silueta Forma Natural al momento de elegir el atuendo que luciría. 
El tiempo dedicado a arreglarnos y el que disponíamos para permanecer en la casa (pues debíamos adecuarnos a los horarios de visita del museo), condicionaron las actividades, así que tuvimos que prescindir de la visita guiada a la casa, y realizamos un paseo fotográfico por los alrededores y una reunión de té en la galería.

En un primer momento recorrimos el parque tomándonos fotografías en los senderos y en el kiosko.
Damas y caballero en el kiosko.

 Damas frente al kiosko en los jardines.

 Retrato de Grupo en los jardines . 
(Don Adrián, Miss Georgiana, Lady Evangeline, Mlle. Tatiana, Doña Mariana, Miss Megan, 
Mme. Fernanda, Mr. Grantham y Mme. Skoczynska)

Sin duda la llegada de Lord James siempre es motivo de distensión, y coincidió con el llamado a sentarnos a la mesa para tomar el té. 
Lord James y Lady Evangeline

En la mesa compartimos un menú muy variado de tortas, masitas y sandwichs que ofrece la cafetería del lugar. Tuve oportunidad de probar el blend de la casa: simplemente delicioso (aunque ahora no recuerde muy bien de que se componía creo que se trataba de Earl grey, aromatizado con algo mas).
Al igual que para el evento eduardiano preparé una gacetilla como edición especial de “La Columna Augusta”, edición periódica de la Sociedad Victoriana Augusta para proveer una contextualización del período recreado. Y aproveché la merienda para compartir ejemplares fechados el 16 de Agosto de 1875, en el que se presentaba a la Argentina Liberal de las Presidencias Históricas (Mitre-Sarmiento- Avellaneda), cuando se soñaba con una Argentina "Europea" o " el granero del mundo", sumado a una reseña del sitio que nos convocaba y algunas publicidades que resultaron de interés de los lectores y disparadores de graciosos comentarios, como los velocípedos (antepasados de las bicicletas) o el curioso corset eléctrico que no pudimos dilucidar de que se trataba o cual era su uso.





Tapa y contratapa de "La Columna Augusta"(1875)

Ya bajando el sol, y despuntando el atardecer, el fotógrafo solicitó que nos reuniéramos para realizar las fotos grupales frente a la casa.


Con el sol muy bajo y ya comenzando a sentir el frío característico de agosto, a pesar que el día había resultado cálido y soleado, nos dispusimos a cambiarnos, volver al siglo XXI, y abandonar Villa Ocampo, y la tarde de ensueño que compartimos ahí.
En grupo nos dirigimos a la estación de trenes de Beccar. Arribando a destino y cansadísimos por la excursión realizada nos despedimos hasta el día siguiente, cuando nos convocaba el Té eduardiano en "Las Violetas", y ya de regreso en la estación de Retiro nos esperaba una grata sorpresa, la querida Miss Alice, a la que no veíamos desde su última visita Córdoba, un año antes, nos esperaba al llegar al andén. Nuevamente los hangares y andenes eran testigos de saludos y abrazos de despedida y bienvenida como antaño. Una vez más tomé conciencia como el pasado puede vivir en el presente, y prolongarse por siempre en los recuerdos.