domingo, 24 de septiembre de 2017

Sombrero de copa - Historia y confección

El sombrero de copa, o sombrero de copa alta,​ coloquialmente llamado galera​  o chistera​, es un tipo de sombrero alto, con la cima plana y el ala amplia usado por los hombres a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, siendo ahora utilizados solamente con etiqueta de día o conjunto formal de noche.

Algunos historiadores de moda dicen que el primer sombrero de copa fue fabricado por el sombrerero inglés John Hetherington en 1797, y que tras lucirlo por primera vez fue detenido por escándalo público -con multa de 500 libras- y las mujeres se desmayaban al verle pasar con una pieza así de brillante.
Por otro lado existe la opinión de que no fué invención de un solo hombre en un momento determinado de la historia, y considerando al sombrero de copa, como cualquier otro complemento del vestir es el producto de una larga evolución. En efecto, los altos sombreros fueron habituales entre los gentilhombres, gobernantes burgueses y clérigos luteranos de los Países Bajos durante el siglo XVII. 
Miniatura - Acuarela y guache sobre vitela. Hacia 1635. 

Se cree que el sombrero alto de copa, tal y como lo concebimos hoy, aparece en Estados Unidos por herencia de los primitivos colonos holandeses en la segunda mitad del siglo XVIII. El embajador de este país en la corte de Luís XVI y futuro presidente de los Estados Unidos de América, Thomas Jefferson (1743-1826), durante su estancia en Francia entre los años 1785 a 1789, popularizó este tipo de sombrero entre la población parisina y pronto será adoptado como prenda sinónima de elegancia prontamente difundida en Inglaterra y por extensión a toda Europa.
El sombrero de copa y alas de fieltro negro, representó ciertamente una novedad en el París revolucionario que pronto va a sustituir los viejos tricornios del antiguo régimen, siendo adoptado por algunos miembros de la convención nacional termidoriana y considerándose  como una prenda renovadora afín a las nuevas ideas traídas por la primera república francesas entre los representantes del directorio y burgueses de las provincias más desarrolladas de Francia.
Caballero época directorio. Hacia 1795.
Miniatura de Henri Pérès ó Pérez, artista español que trabajó en Francia, activo entre 1790 y 1815. 

Se hicieron muy populares en Europa en la década de 1820, fabricados con fieltro hecho de piel de castor, y aumentando en volumen y altura, alcanzando los 20 cm de copa.
1. "El caballerizo Pietro Sailer con sombrero de copa ante un paisaje", c. 1830 (Escuela Italiana- Acuarela y guache sobre papel )- 2. Sombrero de Copa de piel de castor, c. 1832 The Los Angeles County Museum of Art - 3. Sombrero de Copa de piel de castor, c.1820-1825 The Philadelphia Museum of Art- 4. Ilustración de moda, c.1830

A mediados del siglo XIX, el sombrero de copa adopta infinidad de formas y tamaños: versión recta en tubo, altas y bajas de copa, cónicas, de copas plegables, y con frecuencia más altos que la chistera habitual, como lo demuestra un grabado del ilustrador y caricaturista francés J.J. Grandville (1803-1847), autor de diversas series de litografías satíricas.
Grabado de Grandville. Sombreros de copa. En este grabado se pueden apreciar la gran variedad de formas y tamaños que adoptó el sombrero de copa. Un sombrero totalmente popular. Extraído del La moda. Historia del traje en Europa de Max Von Boehn. Tomo sexto. Salvat Editores. Barcelona. 1929. Biblioteca Martínez Lanzas-de las Heras

Más adelante, debido a la influencia de príncipe Alberto de Inglaterra, se popularizó el uso de sombreros de copa realizados en seda. 
La Reina Victoria y el Príncipe Alberto (con sombrero de copa de seda)-
Sombrero de copa de seda, c.1892 McCord Museum Montreal

En las primeras décadas del siglo XIX tambien eran muy usados aquellos realizados en paja o telas mas livianas para el uso diurno, en el campo o actividades recreativas.
1. Ilustración Costume Parisien- 2. Gentleman's Top Hat of Raffia and Silk. French, c.1820 - 3. Top Hat , NYC, c. 1840-1850

El sombrero de copa, varió en su forma y en la amplitud de sus alas a través del tiempo. Entre las décadas de los años treinta y cincuenta del siglo XIX, el alto sombrero de copa era la expresión más convincente de la clase social a que pertenecía.

En el último tercio del siglo XIX, el sombrero de copa dejó gradualmente de estar de moda. Las clases medias adoptaron los bombines y los sombreros de fieltro suaves, que eran más convenientes para la vida en la gran ciudad, así como más convenientes para sus economías limitadas. Su uso se fue restringiendo para los grandes eventos: estrenos de óperas, bailes de sociedad, veladas literarias, carreras de caballos, tomas de posesión de un cargo político, etc. El sombrero de copa necesitaba ser hecho a mano por un experto sombrerero y solo podía estar al alcance de las clases altas de la sociedad. Solo por encargos eran confeccionados para todos aquellos que lo requerían, siempre de ala plana y en seda. Un comercio que poco a poco iba desapareciendo.
Tras el final de la Primera Guerra mundial, el sombrero de copa se había convertido en una rareza en la vida diaria. No obstante, su uso permaneció de manera formal como complemento inseparable del esmoquin o el chaqué, en acontecimientos donde se exigen traje de etiqueta, especialmente en ciertas áreas, tales como la política y la diplomacia internacional.

Durante el tiempo que llevo recreando la moda del siglo XIX, he adquirido un sombrero de copa de fieltro de color negro, que me ha servido para complementar mis atuendos de casi todos los períodos.

Sin embargo para el período romántico preferí incluir en mi atuendo un sombrero con un color mas claro y una copa mas alta. Al no conseguir uno para comprar en Córdoba, me dispuse a realizarlo, tomando algunas ilustraciones y fotografías como modelo e inspiración.

Teniendo en cuenta que no cuento con las herramientas para realizarlo en fieltro (mucho menos en piel de castor), opté por tela. Dado que la seda resultaba muy elegante para el atuendo y por otro lado algo difícil de trabajar, opté por un lino de tapicería.
Al construir un modelo "Recto" realicé tres piezas en entretela: el desarrollo del alto de la copa (al que reforcé con otra capa de panamina), la tapa y el ala al que le calé el fondo.

Para asegurar la rigidez de la estructura cosí aros de alambre por el contorno de la tapa y el exterior e interior del fondo. Luego cosí el desarrollo del alto a los aros de alambre, dejando la costura en la cara posterior del sombrero.
Corté la tela- en este caso lino de tapicería- usando el mismo molde para el desarrollo del alto, la tapa y dos piezas de"alas ", las que cosí a la estructura armada en entretela.

Para cubrir las uniones entre las piezas al borde del ala y en la base de la copa de tela usé bies de algodón marrón.

El forro interior está realizado en raso rojo, recordando un sombrero de copa que ví durante mi visita al Museo Histórico Provincial de Rosario “Dr. Julio Marc” (en el que se exhibe una interesante colección de objetos de la época con la iconografía rosista), cuyo interior estaba forrado en tela de color rojo e incluía un retrato de Rosas en la parte inferior de la tapa.

Impaciente de poder lucirlo, tuve que probármelo terminado, aunque sin el resto del atuendo.


Fuentes:
http://colecciondeminiaturas.blogspot.com.ar/2016/05/historia-del-sombrero-de-copa.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Sombrero_de_copa_alta

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Fob y Reloj de bolsillo

Observando figurines de moda de las ultimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX noté que muchos caballeros llevaban una especie de adorno realizado con cintas o dijes que asomaba en la cintura.
Tras consultar a El Caballero metabólico (Autor del blog "El Aprendiz de Sastre", a quien considero un referente y experto en la materia) me explicó que se trataba de la leontina del reloj de bolsillo. Y es que antes de llevarse sujeto a través de una cadena en los bolsillos del chaleco, se llevaba en un bolsillo de la cintura del pantalón, sujeto a un dije que asomaba. Un poco de eso se trata este posteo.

La creación del primer reloj de pequeñas dimensiones se debe al alemán Peter Heinlein (hacia el año 1505); era llevado en la ropa desde el siglo XVI. Inicialmente su tamaño no permitía ocultarlo en alguna parte de las prendas, por lo que se introducía en una bolsa o a la vista como joya. A finales del siglo XVII se perfecciona su mecanismo y permite su fabricación de forma plana. 

Aunque el reloj emergió como el primer juguete de la nobleza en los siglos XVI y XVII, en el siglo XVIII,con la aparición del traje burgués masculino, el reloj se convierte en un elemento imprescindible del atuendo del hombre, al agregarse los pequeños bolsillos de ‘ojal’ en la cintura de los pantalones. 

"Retrato del Rey George III", Thomas Gainsborough, c.1781

No sólo eran minúsculas maravillas y obras de arte, también denotaban la iluminación científica de moda, la transición del antiguo reloj de sol a la precisión matemática de una sociedad que evolucionaba rápidamente. Los relojes tempranos eran pesadamente adornados ya menudo sólo tenían una manecilla de hora. Gracias en gran medida a los avances en las técnicas de esmaltado, en el siglo XVIII, la decoración se hizo más refinada. Se introdujeron el minutero y el segundero, y los relojes de calendario complejos con múltiples caras se hicieron populares.
Reloj con perlas (delante y detrás), circa 1790-1800

Además llevaban cadenas de relojes o Dijes atados a sus relojes porque ayudaban a que fuera fácil comprobar el tiempo sin tener que arrancar de manera poco elegante de un bolsillo. Las cadenas de reloj eran lo suficientemente largas como para asomar desde debajo del chaleco.
Cadena de reloj, c.1800 - Cadena de reloj de seda con sello, c.1770-90 - Cadena de reloj con detalles de pelos y con la llave del reloj, c.1780-1800- Dos Dijes de Reloj c. 1810

Hoy en día llamamos a este tipo de cadenas Leontina (cadena larga generalmente sujeta al chaleco) Dijes o Fob. Sin embargo, la palabra "fob" originalmente no se refería a la cadena en sí, sino a la pequeña bolsa en la que se guardaban objetos de valor, como un reloj. 
Pantalones con fob (bolsillo), circa 1810-20

Los calzones en el siglo XVIII y los pantalones de principios del siglo XIX tenían cinturas anchas con un pequeño bolsillo, que quedaban ocultos bajo el chaleco, que cubría la cintura y ocultaba el bolsillo. Guardado en estos pequeños bolsillos, el reloj podía sacarse gracias a los dijes, realizados de rica orfebrería o tira de tela decorada. Llamado en inglés ‘fob’ (por el nombre que se le daba al pequeño bolsillo), este complemento-joya llegó a constituir una decoración esencial de la imagen –cada vez más sombría- del conjunto de ‘vestir’, llegándose a utilizar más de un dije –acompañando a más de un reloj- en un solo atuendo.
"Retrato de Pierre-Jean-George Cabanis" de Merry-Joseph Blondel, c.1808

Teniendo en cuenta esto me dispuse a completar mi atuendo romántico con un Fob, o dos, teniendo en cuenta que realicé tanto el bolsillo para alojar el reloj, como el dije para sujetarlo.
Primero completé mi pantalón de pliegues o cosaco realizando en su cintura el Fob o bolsillo con bolsa interior pequeña  y un ribete tipo sastre , justamente en la parte que luego quedará oculta bajo el chaleco.


Teniendo en cuenta que mi reloj es en extremo sencillo y sin ningún tipo de decoración, me pareció ideal usar un dije un poco mas ornamentado, y puesto que es color plata envejecida, opté por trabajar con elementos plateados, que además hagan referencia al tradicional trabajo en plata y alpaca criollo.
Como no conseguí exactamente lo que quería, lo realicé a partir de una cinta negra con bordados en plateado y distintas piezas para armar bijouterie que conseguí en un local de fornituras, modificándolas y uniéndolas entre sí. Por ejemplo usé una medalla para collares como relicario, realizando en el lado posterior una superficie convexa  de masilla epoxi en la que pinté un retrato miniatura. Aproveché las pequeñas perforaciones de algunas de las piezas, que originalmente sirven para sujetarlas a las cadenas, para incluir pequeñas perlitas que brinden una ilusión de joyería.

Teniendo en cuenta la época a recrear en que lo usaré que se remonta a los años de la Confederación Argentina y que por entonces era común incluir el retrato del "Restaurador de las leyes" en accesorios  como broches, relojes, sombreros, peinetones o abanicos, realicé un retrato miniatura de Juan Manuel de Rosas, Héroe Nacional y principal caudillo Federal.


Para ello me inspiré en un retrato miniatura pintado sobre marfil (7,5 x 5,8 cm.) realizado por Fernando García del Molino en 1835, que encontré en el libro "El retrato-miniatura en la Argentina- Los rostros en la intimidad de los afectos" (Susana Fabrici- Editado por el Fondo Nacional de las Artes- Año 2014)



Fuentes:
https://thepragmaticcostumer.wordpress.com/tag/pocket-watch
https://vestuarioescenico.wordpress.com/2013/03/02/el-traje-burgues-masculino-parte-ii-la-regency-britanica-1811-1820-el-control-en-la-etiqueta-accesorios

sábado, 2 de septiembre de 2017

Mini Mr. Grantham completa su vestidor victoriano

Hoy presento mis tres atuendos que faltaba reproducir a escala para mini Mr. Grantham. Se trata del atuendo Romántico, el Nightgown y un atuendo eduardiano deportivo.
Con esto ya se puede considerar completo su guardarropas que reproduce casi todas las prendas que he confeccionado para mi, asi como el recorrido por el siglo XIX de este pequeño personaje.


Linea de tiempo de moda masculina de Mini Mr. Grantham

El atuendo correspondiente a la moda Romántica de alrededor de 1820 es la versión miniaturizada del que usaría este año con motivo de la treceava Reunión Anual de Sociedad Victoriana  Augusta Argentina aún en preparación, compuesto por un Froc coat o la levita azul con mangas jamón, chaleco bordado y pantalón de pliegues o cosaco, con los que supongo Mini Mr. Grantham asistiría a una tertulia o saldría de paseo.


El atuendo de entrecasa de 1870, o para recibir en el hogar, corresponde a la moda victoriana tardía, y se compone por tres prendas muy características y de moda en esa época y el período posterior (moda Eduardiana). Me refiero al Nightgown, el smoking cap y las Prince Albert Slippers, ideales para relajarse en el hogar y leer el periódico acompañado de una copa de brandy y una pipa.



Por último el atuendo deportivo eduardiano que faltaba, pues ya tenía uno de paseo y para realizar actividades náuticas. De amplia difusión al comenzar el siglo XX, la Norfolk Jacket se posiciona como una prenda clásica para las visitas al campo y los deportes al aire libre como el golf o la caza. El atuendo se completa con un knickerbocker, spats y una gorra inglesa.



Para la confección de los tres atuendos usé retazos de las mismas telas que fueron empleadas en su momento para realizar mis trajes. Puede que las tramas y motivos queden algo exagerados a escala, pero me gustó de esa manera.

Así es que Mini Mr.Grantham ya está listo para visitar la época y la ocasión a la que se lo participe.

viernes, 4 de agosto de 2017

La Divisa Punzó

De acuerdo a lo programado por los miembros de la Sociedad Victoriana Augusta este año recrearemos el romanticismo y su moda. Una de las opciones es reunirnos con grupos de recreación militar y participar de la recreación de una batalla, para luego dar paso a las actividades sociales que siempre nos reúnen. 


Estos grupos de recreacionistas militares representan periódicamente las batallas entre federales y unitarios, bandos que representaban las ideologías que se disputaban el poder en nuestra nación por esos años. 

Museo Beccar Varela Quinta Los Ombúes 29 de Julio 2017: 
Recreación Histórica Unitarios y Federales evocando el Combate de Sauce Grande. 
Tercio de Cantabros Montañeses de Buenos Ayres (ACICURHA), 
junto a miembros de las agrupaciones "Húsares de Quilmes", 
"Corsarios del Plata" y "Escuadrón de Caballería Histórica".

La Argentina surgió como estado independiente de hecho el 25 de mayo de 1810 con el nombre de Provincias Unidas del Río de la Plata.



A partir de principios de 1814 se formó un inorgánico Partido Federal, que —al año siguiente— intentó organizarse con el nombre de Unión de los Pueblos Libres a través del Congreso de Oriente: una parte de las Provincias Unidas adoptó la forma federal de gobierno, enfrentado al unitarismo del gobierno central, iniciándose las guerras civiles argentinas.



En 1816, el gobierno central y las provincias declararon oficialmente la independencia en el Congreso de Tucumán.

En 1820, tras la disolución del Congreso Nacional y del gobierno central, cada provincia pasó a gobernarse por sí misma, hasta 1824, con la reunión de un nuevo Congreso Nacional. Luego se iniciaría el proceso de formación de un nuevo gobierno central, dirigido por el presidente Bernardino Rivadavia, pero las negociaciones de éste con el Imperio de Brasil y su apoyo al unitarismo en la renacida guerra civil causó un descontento generalizado tanto en la capital como en las provincias interiores, que resultó en una nueva disolución del gobierno central y el Congreso. Durante varios años tuvo lugar una nueva guerra civil, tras la cual el Partido Federal logró controlar todos los gobiernos provinciales.

Bandera de la Confederación Argentina (1831-1861)
De la bandera de la Independencia se reemplazaron las dos franjas celestes 
-color usado por los unitarios- por azul pizarra, 
el sol dorado por uno rojo, y se agrega en cada ángulo un gorro federal.


Entre 1835 y 1852 el conjunto de catorce provincias argentinas utilizaron la denominación Confederación Argentina para sus relaciones internacionales, reconociéndose como parte de un estado, pero sin instituciones políticas ni legales en común. El uso de este nombre se generalizó a partir del inicio del segundo mandato de Juan Manuel de Rosas como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, reuniendo por voluntad de las demás provincias el cargo de encargado de las relaciones exteriores y la guerra de la Confederación.


Mapa de la Confederación y algunos países limítrofes hacia el año 1846.


Durante todo el período se vivió de hecho una guerra civil dentro de las fronteras de la actual Argentina, generada por los exiliados políticos del Partido Unitario desde el Uruguay, Chile y Bolivia, en lucha casi permanente para recobrar el poder.

Batalla de Caseros – 3 de Febrero de 1852

Como consecuencia de la derrota de Rosas en la Batalla de Caseros, ocurrida en 1852, se inició un proceso de institucionalización del país, que conservó el nombre de Confederación Argentina: se sancionó la Constitución Argentina de 1853 y se formó un gobierno y un Poder Ejecutivo, estableciéndose un régimen federal de gobierno, aunque Buenos Aires se negó a participar debido a que su élite comercial no aceptaba el gobierno nacional en manos de un líder federal del interior, ni una Constitución que obligara a repartir con las provincias los recursos aduaneros, que hasta entonces detentaba solamente la ciudad de Buenos Aires.

En 1861, tras los gobiernos federales de Urquiza, Derqui y Pedernera, Se reincorpora la provincia de Buenos Aires, y la confederación argentina se disuelve cambiando su nombre a “Nación Argentina”, marcando el fin del federalismo y dando paso a un período dominado por los líderes unitarios y porteñistas, encabezado por el presidente Mitre.

Algo extenso el resumen histórico del período, pero sirva de introducción para hablar de esta época y como se vio reflejado en la sociedad y la moda.
La confederación bajo el régimen Rosista establece un uniforme punzó para generar espíritu de cuerpo y promover un sentimiento de pertenencia entre todos los patriotas federales, tanto soldados como civiles, exaltando el poder de Rosas, relegando a los unitarios y modelando una “familia federal”.
"Tertulia Porteña" (Pellegrini-1831)
"Señoras por la Mañana" (Moulin-1833). "Señora en Traje de Invierno" (Onslow-1830)
"Payada en una pulpería" (Morel- 1840)

Al respecto, dice Regina Root, en el libro “Vestir la Nación”(Edhasa, 2014):

“Bajo el régimen de Rosas los ciudadanos respetuosos de la ley llevaban divisas y chalecos punzó. Se evitaba el azul cielo, el color de la independencia y símbolo reconocido de la adhesión al unitarismo. Las mujeres incorporaban matices rojo y rosa a su vestuario: desde cintas para el pelo hasta rosas bordadas que adornaban los vestidos elegantes. Con la expectativa de evitar la vergüenza y el arresto, muchos unitarios dejaron de usar el celeste por completo y se volcaron aparentemente al verde, el color de la esperanza. Sin embargo, también este color se tornó peligrosamente sospechoso, y los soldados de la Confederación llegaban incluso a destruir los objetos verdes en las casas de los unitarios.”

"Soldado de Rosas" (Auguste Raymond Quinsac Monvoisin- 1842)

En la obra “El matadero” de Esteban Echeverría (escrito entre 1838-1840, y publicado en 1874) se revela el papel crítico atribuido a la moda en la construcción del consenso luego de la independencia: un grupo de federales, identifican a un joven, debido a su estilo de vestir y montar, como unitario tras haber violado todos los códigos vestimentarios a fin de expresar su disenso (la omisión del uso de la divisa punzó, la banda negra en señal de luto por doña Encarnación Ezcurra, fallecida esposa de Rosas, y el uso la barba en forma de pera o candado recordando la “U” de unitario), el joven no tarda en verse sometido a la fuerza. Por medio de descripciones contrastantes de vestimenta, Echeverría lanza la más fuerte de las acusaciones contra los métodos brutales utilizados por los simpatizantes federales para silenciar a la oposición.


Surge, por entonces, uno de los objetos más emblemáticos de la historia argentina y particularmente de la confederación: la Divisa Punzó. Se trata de un distintivo político, que consiste en una cinta de color rojo que podía contener leyendas alusivas, utilizado por los federales aproximadamente entre los años 1832 y 1850, impuesta por el Caudillo Juan Manuel de Rosas.
Tres Retratos de Juan Manuel de Rosas

El color rojo punzó es la deformación de "rouge ponceau" (es decir: rojo amapola silvestre), un matiz de rojo fuerte, intenso, vivo, utilizado en Francia en la moda de las primeras décadas del siglo XIX. Entre los partidarios del Partido Federal el color rojo punzó era un signo de lo popular ya que en las Provincias Unidas del Río de la Plata y luego en su continuidad jurídica : el Estado denominado Confederación Argentina era bastante fácil de obtener a partir de la sangre de los abundantes ganados (especialmente vacunos).
Divisas punzó


Su primer uso masivo data del año 1831, cuando fue utilizada en el desfile militar del 17 de marzo por todo el ejército federal. Entre la población civil, su uso se impuso a partir del Tedeum en la Catedral de Buenos Aires el 27 de enero de 1832. 
Retrato de Martín Iraola Esnaola y su nieto (Fernando Garcia del Molino- 1840)
Retrato de joven caballero (Fernando Garcia del Molino- c. 1840)
Juan Moreno (Fernando García del Molino-1848)

Su uso fue convertido por Rosas en obligatorio para no ser considerado traidor (unitarios). El autoritarismo de "El Restaurador de las Leyes" (Rosas) llegó hasta tal punto que la Divisa Punzó era obligatoria hasta en la vestimenta en el campo educativo y en el eclesiástico. 

Decreto sobre el uso del "cintillo federal"

Art. 1° A los 30 días de la publicación de este decreto todos los empleados civiles y militares, incluso los jefes, los oficiales de milicia, los seculares y eclesiásticos que por cualquier titulo gocen de sueldo, pensión o asignación del distintivo de color punzó, colocado visiblemente en el lado izquierdo del pecho.

Art. 2° El mismo distintivo usarán los profesores de derecho con estudio abierto, los de medicina y cirugía que estuvieren admitidos y recibidos, los practicantes y cursantes de las predichas facultades, los procuradores de números, los corredores de comercio, y en suma todos los que, aún cuando no reciban sueldo del estado se consideren como empleados públicos, bien por la naturaleza de su ejercicio o profesión, bien por haber obtenido nombramiento del gobierno.

Art. 3° Los empleados militares incluso los jefes y oficiales de milicia; las fuerzas de línea; en suma las que componen el ejército de la provincia y las de milicia en servicio, llevarán en la divisa la inscripción Federación o Muerte. Los demás comprendidos en los artículos anteriores usarán de la inscripción Federación.

Art. 4° Los que contravinieren a lo dispuesto, si fuesen empleados serán suspensos inmediatamente de sus empleos por sus respectivos jefes o magistrados de quienes dependan, que cuidarán de hacerlo indefectiblemente bajo la más estrecha responsabilidad, dando cuenta al Gobierno por el ministerio que corresponda para la resolución más conforme.

Art. 5° Con respecto a los que no fuesen empleados el jefe de policía velará sobre el cumplimiento de este decreto y dará al Gobierno los avisos necesarios.

Art. 6° Comuníquese, publíquese e insértese en el Registro Oficial".

Cualquiera que omitía el uso de la divisa punzó era visto como traidor y acosado por la Sociedad Popular Restauradora, organización política fundada por la esposa de Rosas, Encarnación Ezcurra.
"Retrato de Encarnación Ezcurra" (Fernando García del Molino y Carlos Morel- c.1835)

A la persecución y la delación llevada a cabo por los miembros de la Sociedad Restauradora que informaban a través de espías quiénes eran las personas que se negaban a usar la divisa punzó, a quienes se tildaba de salvajes unitarios, se sumó los actos de terror ejecutados por la Mazorca —organización parapolicial ligada a la sociedad rosista— que se dedicó a atacar, torturar y asesinar al acusado de ser unitario.
"Mazorquero" (Juan Manuel Blanes, 1871)-
 "La Mazorca" (Poema en verso de Eduardo Gutierrez, poeta gauchesco y costumbrista, 1886)

La importancia de la divisa punzó fue tal que dio color a una postura política. Los federales fueron a partir de entonces reconocidos por el uso del color rojo, así como los unitarios por el uso del color celeste.

Así, el rojo pasó a ser parte del color oficial y se usó en las calles, casas, en las paredes, en las cortinas, en las vestimentas de personas —los varones, además de la divisa punzó usaban el "chaleco federal"—, en los vestidos y “peinetónes” de las damas, los moños de las niñas, en los abanicos y hasta en los carros fúnebres. 
Numerosos retratos de Carlos Pellegrini también muestran a las principales damas de la ciudad luciendo sus caros peinetones.
"Señora Porteña" (César Hipólito Bacle- 1830)
Retratos del artista Carlos Pellegrini: "Doña Lucia Carranza de RodrÍguez Orey"(1831)-
"Agustina Ortiz de Rozas junto a su Lucio Victorio"-
"Micaela Camuso de Maldonado"(1828)- "Rosario Suarez de Martínez"(1831)

El “Peinetón” hace referencia al crecimiento exagerado de tamaño que tuvo la peineta española en el Río de la Plata a partir de 1830 y hasta 1838, aproximadamente. En ningún otro lugar de América o de España se evidenció este desarrollo y se puede afirmar que la moda de los peinetones fue una clara originalidad en el vestir de las rioplatenses durante el período mencionado, que usado para distanciarse visualmente de las costumbres españolas, este peine de carey calado, cincelado y pulido de hasta un metro de ancho y de alto no tardó en aparecer como un icono que afirmaba la presencia de la mujer en público y su adhesión , inicialmente al movimiento independentista y, luego, al régimen rosista, a través de consignas alegóricas a la Federación, motivos florales de rosas, e incluso la efigie del Caudillo Rosas.
La inclusión de referencias políticas en estos accesorios también constituye otro indicio importante del lugar que llegó a ocupar este accesorio de moda y testimonia la extensión de las discusiones al ámbito del cuerpo y de la construcción de la apariencia.
Peinetones

La famosa serie de litografías de César Hipólito Bacle, Extravagancias de 1834, mostraba en clave caricaturesca los inconvenientes, físicos y simbólicos, que ocasionaba el uso del peinetón y el avance de la mujer en la conquista del espacio público. 
"Extravagancias"(César Hipólito Bacle, 1834)

Así es que sin haber definido aún si usaré divisa punzó, por si acaso, me dispuse a realizar algunas. Utilicé cinta de terciopelo roja y tinta para tela para escribir las inscripciones de la Federación.
Atuendo moda Romántica (1820 a 1840) con Divisa punzó 

Por otro lado, durante mi visita al Museo Histórico Provincial de Rosario “Dr. Julio Marc” en el que se exhibe una interesante colección de objetos de la época con la iconografía rosista, pude ver un sombrero de copa en cuyo interior se incluía un retrato de Rosas, y es probable que de conseguir o confeccionar uno de color beige incluya su retrato en el interior, sumado a que aún estoy pensando en cómo realizar un peinetón para Mme. Skoczynska, pero primero debo terminar de convencerla de usarlo.

domingo, 30 de julio de 2017

Atuendo Moda Romántica (de 1820 a 1840)

Si bien el Romanticismo como movimiento intelectual nace a finales del siglo XVIII en Inglaterra y Alemania, durante la primera mitad del siglo XIX se extendió a  Francia, Italia y España. París se consolidaba como el foco de la cultura y la moda, y Francia era el lugar donde orbitaban muchos de los genios que mas admiro de la época como Victor Hugo, Dumas, Chopin, Delacroix, Ingres, George Sand y Musset, Balzac, Stendhal. Y es que quizás sea la literatura de este período la que mas cautivó mi atención desde mi adolescencia gracias a las novelas como Rojo y Negro, Eugenia Grandet y Papá Goriot, Los Miserables o El Conde de Montecristo.
Sirva esto como explicación del porqué opté por alejarme un poco de los modelos ingleses al realizar mi atuendo, y me inspiré en la moda francesa y en las ilustraciones de Costumes Parisiens de la época.

Ya he hablado en otra entrada del blog sobre las características de la moda masculina de esta época, y ahora me avocaré al atuendo que realicé para recrear esta época. 

Dado que aún no se habían industrializado los procesos de producción de los tejidos, pues se trata de los albores de la revolución industrial, las telas usadas para las prendas de uso cotidiano aún eran lisas, sin tramas de tejido o estampados, por lo que opté por colores sólidos y contrastantes para generar un interés en el conjunto. Los motivos gráficos del atuendo decidí bordarlos a mano de acuerdo al uso de entonces.
Puesto que el uso del corsé en los caballeros es evidente en los grabados de moda de la época, es esta la base del atuendo y lo que define la silueta masculina.

Foto del corset que confeccioné - 
Ilstración de moda c.1820 "Costume Parisien", donde se observa la cintura ceñida de la moda masculina - 
Caricatura satírica de la silueta masculina y como se ajustaba la cintura, el cuello y el calzado, c.1830


Caricaturas de la moda masculina satirizando lo ceñido de las prendas y el uso del corset, c.1820



La camisa aún tiene un corte similar al camisón del siglo XVIII, usado también durante la Regencia o Imperio, aunque este período vuelve a mostrar cierta individualidad, excentricidad y adorno a diferencia de su precedente. Aunque mas tímidamente que en el siglo anterior reaparecen los puños con volantes y las pecheras con jabot. Por ello elegí una ligera batista de algodón blanca para realizarla de manera que no abulte demasiado teniendo en cuenta la gran cantidad de tela que lleva, y le realicé volantes en puños y pecho con un detalle de terminación de una puntilla fina. El cuello entretelado y almidonado para que quede rígido, teniendo en cuenta que se usaba elevado hasta la mandíbula, inicialmente lo había hecho mas alto según las ilustraciones de la época, pero me resultaba muy incómodo girar la cabeza, así que lo bajé a unos 10 cm.


Camisa: 1.Modelo- 2.Camisa que confeccioné- 
3.Detalle de sisa- 4.Detalle de cuello- 
5. Detalle de puño- 6. Detalle de volantes en pechera.


Para la realización del pantalón opté por un lienzo de algodón color crudo tanto la vista como el forro, y un modelo de Pliegues o Cosaco, es decir con gran cantidad de pinzas en la cintura y ceñido a los tobillos.


Pantalón: 1. Patrón de Pantalón de Pliegues o cosaco (con pinzas y ceñido a los tobillos)
 por M. Vandael (1836)- El trazado superpone delantero y trasero- 
2 y 3. Modelos de pantalón de pliegues o Cosaco, c.1823 - 
4. Delantero de Pantalón  de Pliegues o cosaco  que confeccioné y bragueta con sistema de cierre de trampa- 
5. Trasero de Pantalón  de Pliegues o cosaco  que confeccioné


Si bien en esta época se podría considerar una transición entre el calzón o breeches y el pantalón moderno, aún convivían los dos tipos de bragueta: la bragueta de prendedura simple central que perdura hasta la actualidad, y el sistema de cierre de trampa, es decir que las perneras configuran una especie de tapa que cubre, a modo de bragueta, la unión de ambas piernas y la pretina. 
Opté por esta, y realicé un bordado de cordón de seda, muy popular en la moda de la época. 

Pantalón- detalle bragueta sistema de cierre trampa: 1. Modelo 
(Pair of men's pantaloon trousers made of machine-knitted cotton and decorated with silk braid,
 made in Great Britain, 1810-1820.)- 
2. Bragueta cerrada- 3. Bragueta abierta- 4.Detalle de bordado en cordón de seda.


Puesto que el chaleco, que era un elemento fantasioso del traje, elegí un tipo de brocado blanco con motivo inspirado en un patrón de Paisley, Cachemira o Búlgaro, a partir de hilos mate y brillantes. Puesto que la chaqueta se usaba entallada y abierta, decidí bordar el frente con cordón de seda azul, perlas y lentejuelas.

Chaleco - 1. modelos de chalecos , Francia, c.1834- 2.Patrón delantero y diseño de bordado- 
3. Chaleco que confeccioné y bordé- 4. Detalle de cuello-
5. Detalle de bordado con cordón de seda azul noche, perlitas y lentejuelas.


La chaqueta, levita de frac o frock coat, que se realizaba en lana, la confeccioné con Gross (tela semipesada compuesta de algodón y polyester, utilizada generalmente para cortinería: no es correcto desde el punto de vista del recracionismo histórico el elegir fibras sintéticas, pero fue una elección forzada por la disponibilidad de telas en el mercado y el costo), a partir de un patrón para Dress-Coat, hacia 1825, extraído del libro "The Cut of men's clothes 1600-1900" de Norah Waugh, y reúne los elementos característicos de la época en cuanto al entalle al torso y doble faldón posterior con las piernas descubiertas adelante, prendedura cruzada falsa con dos hileras de botones (para usarse desabrochado al frente para exhibir el chaleco y pechera de la camisa), las mangas Jamón y bocamanga estrecha que permita que se asome el volante del puño de la camisa, y el cuello grande que se eleva por detrás y solapas puntiagudas.

Chaqueta- 1.Gerometrales de referencia :Men's M-notch and Roll collar Tailcoat , c.1800-1820, "Country Wives"Paterns- 2. Patrón de refernecia "The Cut of men's clothes 1600-1900" de Norah Waugh-
3.Delantero de la levita que confeccioné- 4. Posterior de la levita que confeccioné-
5, 6 y 7. Detalles de la levita

Para completar el atuendo realicé un moño-corbata en Piel de Ángel (Tela de seda de textura similar al raso) de color rosado pálido. También realizado a partir de ilustraciones del libro de Waugh.

Corbata de moño- 1, 2 y 3. Modelo de corbata de moño- 
4. Ilustración del libro "The Cut of men's clothes 1600-1900" de Norah Waugh-
5, 6 y 7. Corbata de moño que confeccioné- 8. Corbata de moño que confeccioné completando el atuendo.

Atuendo completo Moda Romántica, 1820-1840.


Aun faltan algunos detalles por definir como las hebillas de los zapatos y la galera de paño beige, que aun no se si confeccionar o encargar y luego personalizar con detalles de la época. 

Puesto que durante el período que se recrea a través de esta moda en la Historia Nacional coincide con la Confederación Argentina y la lucha entre Federales y Unitarios, es probable que para el evento anual de la Sociedad Victoriana Augusta introduzca en mi atuendo detalles que refieran a este proceso histórico, y que seguramente motivarán otra entrada al blog en breve.