domingo, 6 de diciembre de 2015

Cuello bordado de Uniforme de Infantería de línea,1868-1871.

Siguiendo con el bordado, dediqué estos días a mejorar mi traje de Infantería de Linea, 1868-1871, que supe presentar en un posteo anterior (http://traslospasosdebeaubrummell.blogspot.com.ar/2014_06_01_archive.html).


Originalmente había aplicado en el cuello y puños un cordón dorado, pues aún no me animaba al bordado. Ahora que tengo un poco mas de experiencia en ese campo (o al menos me animo a hacerlo), decidí quitarle ese cordón y realizar un motivo bordado en el cuello.
Chaqueta original con cordón aplicado

Investigando sobre los motivos que decoraban el cuello de este tipo de uniformes, uno de los que mas llamó mi atención fue uno de inspiración fitomorfo, que hallé en varios uniformes Red Coat británicos.


1.Detalle del Príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha pintura "Marriage of Victoria and Albert" de George Hayter , 1840, 
2.Retrato de Alberto por John Partridge, 1840
3. Vestuario de la película "Young Victoria", 2009, 4. Vestuario de la serie " Victoria and Albert", 2001, 
5.Detalle del cuello del Uniforme de Gala del 7mo Marques de Cholmondeley, 6. Uniforme de teniente, 1912


El que pude ver en mas detalle es el uniforme de gala del mariscal de campo Douglas Haig, 1er Conde Haig, quien se desempeñó en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial, actualmente expuesto, junto a su colección de plata, en el Museo de Edimburgo. 

Uniforme de Gala del Mariscal de campo Douglas Haig, 1er Conde Haig (1918)

Para realizar el bordado utilicé cordón "cola de rata" dorado, y puesto que el cuello está armado con una entretela bastante rígida, no fue necesario el uso del bastidor. En cuanto a los filamentos centrales usé un cordón dorado mas grueso cosido con hilo dorado.

Antes y después

Detalle de cuello bordado

Aproveché la oportunidad también para retocar los puños, bordándoles un motivo similar.


Detalle de puño bordado

Hace un tiempo adquirí un sable para completar este atuendo, asi es que realicé el tahalí para sujetarlo al cinturón que opté por llevarlo bajo la casaca. 
Chaqueta terminada con tahalí

Probablemente recién en la próxima reunión tenga oportunidad de volver a usar este uniforme, con las mejoras introducidas,  pues planificamos recrear el período cercano a 1880. Así es que a la revisión del estudio de estos tiempos estaré avocado por estos días.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Línea de Tiempo - Moda Masculina del Siglo XIX

Un casillero mas que lleno en mi línea de tiempo de moda masculina, correspondiente a la Moda Victoriana de mediados de siglo XIX.
De los proyectos en mente, solo me queda el atuendo romántico, pero tendré que esperar un tiempo mas para completarlo, pues no está en los planes de la Sociedad recrear ese período al menos por un tiempo.

Décima Reunión SVA Argentina - Recreación Período Victoriano 1860

Con motivo de la décima reunión anual de la Sociedad Victoriana Augusta Argentina, recreamos el período victorianos alrededor de 1860 (entre 1852 y 1870), con la caracterísitica silueta femenina de la crinolina.
El evento se había planeado para realizarse en una quinta del barrio porteño de San Isidro, con actividades al aire libre como algún paseo, deportes, un té y una recreación militar. Por razones ajenas a la nuestra organización, puesto que se fijaron elecciones presidenciales para esa fecha, tuvimos que trasladar el evento, a solo unos días de realizarse, no solo de lugar, sino también pensar otras actividades.
Así es que de una quinta, nos movimos a pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, para realizar un almuerzo en el Club del Progreso; si bien la ocasión requería cierta formalidad, nuestros atuendos habían sido pensados para una tarde en el campo, así es que nos relajamos un poco en ese aspecto, y asistimos con la prendas que habíamos preparado durante todo el año.
Para la ocasión usé la levita o Froc coat marrón, y el resto del atuendo que ya os he presentado de la moda masculina de este período. 
Nuevamente viajé a Buenos Aires junto a Mme. Skoczynska, para quien realicé un vestido de tartán o escocés en tonos de azul, bordó y rosa con detalles en encaje azul en escote, mangas y ruedo de falda, y cintas de terciopelo, así como un ridículo de terciopelo bordó con detalles bordados en cordón y encaje azul. Ella se encargó del tocado de redecilla y flores, los arreglos florales del vestido y la realización de guantes de encaje al tono.
Mme. Skoczynska  y Mr. Grantham 

El camino desde el hotel hasta el Club donde se desarrolló el evento, lo realizamos caminando, ante algunas miradas curiosas , descubrir ciertas expresiones de asombro resultó una divertida experiencia.
El Club del Progreso, si bien ahora funciona como un restaurante, con algunas actividades sociales como torneos de bridge,  se creó en Buenos Aires el 1° de mayo de 1852 , es el más antiguo de Sudamérica y uno de los más tradicionales de Argentina. 
Por entonces la sociedad argentina se encontraba dividida en dos posturas irreconciliables cuyos conflictos dificultaban el desarrollo del país. Don Diego de Alvear, con la idea que para construir un país primero hay que soñarlo, convocó a vecinos notables de la ciudad, a la moda y usanza de la Europa de entonces, y les propuso fundar un club cuyo objetivo era desenvolver el espíritu de asociación con la reunión de los caballeros   más   respetables uniformando las posiciones políticas por medio de la discusión deliberada y mancomunar esfuerzos de todos hacia el progreso moral y material del país. 

El Club del logró su fin mediante actividades sociales, como bailes, tertulias, conciertos, convocando importantes personalidades del momento. El billar, el ajedrez y los juegos de cartas fueron complementos de sus actividades. 

A lo largo de su siglo y medio de vida el Club del Progreso ha tenido cuatro sedes, y en esta ocasión tuvimos la oportunidad de conocer la que ocupa desde 1941, antigua residencia de la familia Duhau construida por los arquitectos Lanús y Hary, y terminado en 1907.


Al llegar al lugar encontramos el hall de planta baja, (donde fueron velados los restos de Leandro N. Alem)
un ejemplo majestuoso de la influencia francesa en la arquitectura de la edad dorada de la Argentina. la escalera captó inmediatamente nuestra atención, y sería el marco propicio para mas de una fotografía grupal.
Ya en la sala del primer piso nos esperaban algunos miembros de la Sociedad con sus espléndidos atuendos de época: Lord Byron y Lady Victoria, Lady Evangeline y Don Sebastián, y luego se nos unirían Dona Mariana y Mmlle. Tatiana, tras terminar de arreglarse.
Retrato grupal antes de ingresar al salón comedor.

Ya ubicados en el comedor se uniría la Señorita Crespo, caracterizada como institutriz, inspirada en el personaje de Jane Eyre de Charlotte Brontë (Novela publicada en 1847 por Smith, Elder & Company), quien tambien participaba de su primera recreación junto a SVA Argentina. Y con algo de retraso llegarían al almuerzo Miss Josephine y la Miss Marianne.
Mme. Skoczynska  y Mr. Grantham 
(Agradecimiento a Pedrete Trigos por el  retoque digital de la fotografía)

Ya con el grupo completo distribuí la gacetilla, edición especial de “La Columna Augusta”, edición periódica de la Sociedad Victoriana Augusta para proveer una contextualización del período recreado. Y aproveché la merienda para compartir ejemplares fechados el 21 de Noviembre de 1860,conocido como el período de Organización Nacional.
Tapa y contratapa de "La Columna Augusta"(1860)

Allí se incluyeron referencias a la historia nacional de la época, el sitio que nos convocaba y algunas notas de color de la época como el primer partido de fútbol, la aparición del diseñador de modas Worth, o el interesante personaje de la Princesa de Meternick.
Las andanzas de la Princesa de Meternick capturan la atención de la Sociedad.

Nos dispusimos a almorzar en el Salón Roque Saenz Peña, destinado exclusivamente a nuestro grupo con motivo de la reunión, y muy a gusto compartimos en la mesa el excelente menú del restaurante.




Luego aprovecharíamos para recorrer el Club y admirar su arquitectura, fumar tabaco en pipas en el patio- incluso algunas damas, emulando a la Princesa de Meternick- y tomarnos algunas fotografías como recuerdo de la reunión.



Luego llegarían el brindis, el agradecimiento a los organizadores y las felicitaciones a todos por el esfuerzo que realizamos para llevar a cabo el evento y la confección de los atuendos.
El momento de pagar la cuenta dispararía la vivaz imaginación de Mmlle. Tatiana, divirtiendo a los asistentes con sus comparaciones con deudos, herederos de una fortuna.

"Oh, mil pesos de los fuertes!!!" "Toda una fortuna!! Que no se enteren los demás"... se me vino a la mente la historia de la herencia del "señor del retrato" citando a Mmlle. Tatiana

Con las cuentas saldadas, y felices de haber visitado una vez mas el siglo XIX, nos despedimos hasta otra ocasión en un futuro próximo, en la que nos reúna un pasado lejano.

sábado, 31 de octubre de 2015

Atuendo de día - Moda Victoriana (de 1840 a 1860): La Levita

De acuerdo a lo expuesto en mi anterior posteo, encaré la realización de mi atuendo de mediados de siglo XIX.
Ya he comentado sobre mi chaleco bordado y el smoking cap, pues bien, ahora me propongo presentar una pieza fundamental del vestuario masculino de mediados de siglo: la Levita.

La levita es una prenda masculina que cubre el cuerpo casi hasta la rodilla. Como otras prendas masculinas, la levita proviene de la indumentaria militar, en concreto de la casaca, conservando su longitud y la raja trasera para para poder montar a caballo, llegado el caso.
Si bien no es una prenda que surge en este período(ya estando muy de moda desde principios de siglo y el Romanticismo), es entonces cuando las solapas comienzan a reducirse progresivamente, con respecto a modas anteriores, distinguiéndose además el uso de la levita con faldón frontal para ocasiones formales diurnas , y sin estos faldones para galas (la levita de frac). 
Ilustración de moda-(c.1843)

Luego se irá acortando el largo del faldón y redondeándose al frente, para dar origen a la levita del Chaqué, prenda característica del siguiente período (1860 al 1900), y del que ya he posteado anteriormente.

Para la confección de este atuendo elegí una paleta en los tonos marrones, con un toque de color en el chaleco, puesto que los colores que predominaban en la moda masculina de este período eran oscuros. 
Lo primero, para lograr recrear la silueta masculina de la época, realicé un corset para hombre, basándome en ilustraciones de la época. La principal diferencia con el femenino es que es mas corto tanto hacia el pecho como hacia la cadera(en el maniquí parece mas largo, porque el largo del torso es un poco mas corto que el mío, así como no logra ceñir lo suficiente la cintura, quedando algo flojo a los lados de la cadera). Para hacerlo elegí un lienzo de algodón grueso.










Aunque tentado a realizar una camisa con pequeños volantes en el pecho, preferí algo mas sobrio y discreto. Investigando, encontré modelos de camisas con pecheras tableadas, que me parecieron mas apropiados a la época, pues los volantes ya estaban cayendo en desuso.
Modelos de camisa

Así recree una camisa con pechera tableada, abotonadura cubierta tras una solapa y cuello alto desmontable y rígido, realizándola en batista blanca.


Puesto que el atuendo está pensado para ser usado en verano, tuve que resignar los pantalones de Tartán o Príncipe de Gales de lana, y de acuerdo a uno de los modelos que me sirvió de inspiración, opté por un pantalón beige, con detalles a los lados de botones y cintas, y piernas ceñidas con tira para enganchar bajo el pié.



Del chaleco ya he hablado con anterioridad. Está realizado en tafetán violeta, bordado a mano en el pecho, vistas de solapas y correa para ajustar a la cintura, con motivos florales inspirados en un modelo de la época, y forrado con raso violeta.



Como accesorio realicé un moño en tartán en tonos de beige y negro, que armoniza con el color del pantalón.

La levita está inspirada en un Froc coat con doble abotonadura, también llamado "Prince Albert".
Modelos de Levita o Frock Coat

Solo que preferí hacerle abotonadura simple porque es mas representativa de esta época- el "double-breasted", doble abotonadura o cruzada, se pondría de moda hacia finales de la década del 50- y además pretendía darle una apariencia mas informal, pues está pensada como prenda de vestir de día (el"double-breastedy las solapas con picos son características de la levita usada en ocasiones formales).

Para confeccionarla opté por usar brin de algodón color marrón, con forro y vista de solapas en tafeta con una fantasía de pequeños rombos.



Tanto en el pecho, como en puños y en la parte posterior de la cintura realicé bordados con cordón para realzar la prenda. Era muy común encontrar este tipo de detalles de inspiración militar en atuendos victorianos, tanto en prendas del vestuario masculino como del femenino.
Detalle de bordados en pecho y puños

Detalle de bordado en espalda

Estando completo de pies a cabeza (pues como accesorio va mi smoking cap), aún no he tenido la oportunidad de usarlo en un evento, y si bien tenemos programada la reunión anual de SVA Argentina para fines de Noviembre -en la que recrearemos la moda y costumbres de la sociedad de 1840 a 1850-, era toda una tentación probármelo para sentirme, al menos por un instante, un personaje de alguna novela de Dickens... "Apenas el sol, puntual sirviente de todo el universo, apareció en el horizonte iluminando la mañana ... Mr. Samuel Pickwick, surgiendo como otro sol de las sábanas de su lecho, se levantó, abrió la ventana de su alcoba y miró el mundo que se agitaba bajo sus pies."... Puedo afirmar que ya estoy preparado para otra aventura!


sábado, 29 de agosto de 2015

Época Victoriana y la moda masculina (de 1840 a 1860)

Este año me estoy dedicando a realizar un atuendo de día correspondiente a la época victoriana de mediados de siglo XIX.
De la moda del período victoriano y sobre todo del contexto en el que se desarrolla, ya he hablado en otros posteos, por lo que me remito al mismo:

http://traslospasosdebeaubrummell.blogspot.com.ar/2014/06/epoca-victoriana-y-la-moda-masculina-de.html

Puntualizaré en la moda de este período en el que el atuendo masculino, al igual que sucedía con la moda femenina, se va a volver más sobrio, sencillo y funcional que las prendas precedentes del período romántico. Desaparecen las cinturas estrechas, las espaldas almohadilladas, los calzones o las levitas con grandes faldones para dar paso a líneas menos marcadas, colores más oscuros - se considera muy poco elegante vestir en tonos llamativos- y diseños más discretos.

Moda masculina, 1848


Si consideramos que este período se caracteriza por la industrialización cabe destacar la influencia de las nuevas máquinas y procesos de fabricación, y los principales actores sociales propios de esta sociedad industrial: el profesional y el respetable burgués. No obstante la sobriedad de la indumentaria de la época victoriana, hacia 1840 siguen existiendo los dandis, pero son vistos como reliquias del pasado: la figura preeminente en la sociedad inglesa de la década es la del respetable burgués, que no desea llamar la atención sino presentar un aspecto respetable en todo momento y lugar.
Las prendas para la moda masculina presentan las mismas opciones respecto a la década anterior: frac para la tarde- noche, redingote durante el día, que luego irá cayendo en desuso de acuerdo avance el siglo, tras la aparición en 1859 de la chaqueta como prenda de interior y para 1869 ya se había consolidado como prendas de mañana o paseo, y de la aceptación del Chaqué como prenda de día. 
La máquina de coser potenció la ropa de confección, y la proliferación de manuales de costura con patrones multiplicó los estilos de prendas. 
El desarrollo de la industria textil y las nuevas maquinas  permitieron crear tejidos y combinaciones de color mas complejos. 
Vestuario de la película "The Invisible Woman" a cargo de Michael O'Connor(2013)

Mientras la ropa formal para hombre se tornó menos colorida, excepto en prendas como los chalecos brillantes que proporcionaban un toque de color o las batas de casa que poseían a menudo ricos bordados orientales. Así el tiempo de ocio fue el refugio de combinaciones y contrastes de color originales: complementos bordados, lujosas telas de forro, o desenfadados pantalones de rayas o cuadros.
Lejos de sus obligaciones profesionales, los caballeros se permitían lucir materiales y prendas importados o adquiridos en sus viajes ya fuera en el exterior o en su casa, sumado a un gusto por lo exótico desarrollado por la gran variedad de productos importados de oriente provenientes del vasto Imperio Británico.
Las batas de casa acolchadas eran ideales para el descanso hogareño y se llevaban sobre una camisa y un pantalón de traje, o sobre un pijama a juego.
Bata de casa y gorro de interior, 1845-1850 EE.UU.

La chistera o sombrero con copa alta, icono de la época, es convertida desde 1940’s en un símbolo de estatus para el hombre burgués. La chistera expresaba respetabilidad, opulencia, dignidad y posición social, se extiendió a todas las clases sociales y se utilizaba en todo momento (excepto en el campo, se usaba en ocasiones un sombrero informal de copa baja). 
Se pensaba que, con su alta copa brindaba al hombre más estatura social y económica; al principio de la época la copa era muy alta, pero progresivamente iría disminuyendo de tamaño. Generalmente estaban realizados en castor, fieltro o seda. 

En 1840 Antoine Gibus perfeccionó la versión plegable de la alta chistera, convirtiéndose en el preferido para acompañar el conjunto masculino utilizado después de las seis de la tarde. Denominado como “chapeau claque” o “gibus hat” resultaba muy cómodo para las veladas en las que el sombrero debía desaparecer de las cabezas, una vez bajo techo. Ya podría llevarse bajo el brazo, estando de pié o colocado al lado de las butacas de la ópera o el teatro.
Chapeau claque

Las camisas de volantes desaparecieron, aunque en los primeros años todavía se usaban durante la noche; algunos autores afirman que el romanticismo como estilo literario y artístico dejó su ‘huella’ en el traje masculino con la incorporación de volantes en la pechera de la camisa. No obstante, esta costumbre se observó antes de que el estilo mencionado inundara la espiritualidad de la época victoriana inicial. En los años 1840’s el uso de volantes en la camisa era poco común y las normas exigían que la pechera fuera lisa, adornada solamente por finos pliegues planchados y perfectamente estirados. Para lograr la máxima rigidez del pecho de la camisa, algunos utilizaron un sistema que permitía a la prenda ser ajustada por medio de un botón, a la cintura del pantalón. 
En estos años aparecen también los puños ‘a la vista’ por las mangas del frac, algo que deriva que éstos estén perfectamente limpios y planchados. Como también debían estar los cuellos, altos, pero ya sin la longitud que tenían en los años precedentes.
El cuello de las camisas seguía llevándose subido hasta las mejillas.
A partir de 1840 las corbatas, cravats y moños, en busca de una solución más práctica para su colocación, se vuelven mas pequeñas, y comienzan a ser formadas por una tira ancha que se anuda atrás a la cual se le agrega el lazo ya hecho al frente con una tira más fina, algo que dará paso, años después, a las corbatas ‘hechas’.

Los pantalones eran más ceñidos aún si cabía que en el periodo anterior, y usualmente llevaban una tira que se enganchaba debajo del empeine; en general, estaban confeccionados del mismo tejido que la chaqueta, y fueron muy populares las telas escocesas para el invierno y el dril para el verano.
Quizás la innovación mas llamativa de esta prenda sea  la bragueta recta con botonadura oculta que sustituye al alzapón en los pantalones.

Moda masculina, 1840


Fuentes: 

La moda. Historia del traje en Europa desde los orígenes del cristianismo hasta nuestros días de Max Von Bohen, con un estudio preliminar del Marqués de Lozoya (Ed. Salvat. Barcelona-1928-1944)

Moda- Historia y estilos- Edición a cargo de Caryn Franklin (Ed. Dorling Kindersley- Cosar-
2012)

http://vestuarioescenico.wordpress.com

Smoking cap

Hace tiempo quería un sombrero de este tipo, y aunque ya he abandonado el hábito de fumar, aún me parece una imágen adorablemente doméstica la del caballero reclinado en su sillón, fumando durante la lectura, con su smoking jacket y su smoking cap.

El Smoking cap es un tipo de sombrero o gorro popular en el período comprendido entre 1840-1880, por lo general usado por los caballeros en la intimidad de su hogar, mientras se fumaba para evitar que el cabello se impregnara de olor a humo, que era un problema recurrente debido a la deficiente ventilación de las viviendas victorianas. 
Este tipo de sombrero informal “de interior” para hombres, aparece en el siglo XVI, pero es durante el reinado de Victoria cuando adquiere un estilo más suave del casquillo, y a menudo decorado con lujosos bordados y borlas de seda. Generalmente complementaban el atuendo de entre casa masculino compuesto por la smoking jacket.
Modelos de Smoking jacket y smoking cap

La introducción a occidente de esta prenda, y particularmente al Imperio Británico, se debe a los soldados de la guerra de Crimea (conflicto bélico entre el Imperio ruso, regido por la dinastía de los Románov, y la alianza del Imperio Británico, Francia y el Imperio Otomano, al que apoyaban para evitar su hundimiento y el excesivo crecimiento de Rusia, entre 1853-1856) quienes trajeron tabaco y cigarros turcos junto con estos sombreros de fumadores, que era una mezcla de un pill box hat y un fez turco, decorados con hilos y trenzas de seda turcos y rusos. Estos sombreros fueron usados por los oficiales para detener el olor a humo de su pelo mientras bebían brandy y fumaban sus cigarros turcos en los clubes de oficiales. 
Grupo de soldados fumando durante la Guerra de Crimea

Mientras que los maridos y novios peleaban guerras a la distancia, sus mujeres pasaban algunas de sus horas de ocio cosiendo y bordando estos sombreros, dando a los hombres la oportunidad de presumirlos. También era común realizarlos de punto, por lo general con diseños de colores brillantes.


Modelos de smoking caps: smoking cap de punto (1857), modelo inspidaro en un "Fez" turco

Modelos de smoking cap en terciopelo bordado con hilo o cordón (hacia 1880)

Después de la guerra de Crimea, y puesto que en las clases altas era común cambiarse de vestimenta varias veces al día para adaptarse a la ocasión, las smoking jackets y caps adornados se popularizaron para después de la cena, cuando las damas se retiraban a la sala para su reunión, y los hombres se relajaban en la sala de fumadores a beber brandy y fumar cigarros, mientras discutían sus negocios o los problemas de la actualidad.

1854 Gentleman's Magazine plate from the Met Museum Library collection.

Luego se popularizarían como prendas de vestir informal para realizar actividades recreativas o de ocio como paseos o almuerzos al aire libre, convirtiéndose también en un accesorio muy común entre profesores, intelectuales y bohemios, extendiendo su uso también a mujeres como alternativa a los tocados y sombreros de día.
Holyday (la comida campestre) (1876) por James Tissot 
Detalle de smoking cap de punto a rayas

Pensando esta prenda como un accesorio de mi atuendo victoriano de día para mediados de siglo XIX, que aún no está del todo definido, encontré algunas fotografías de la época para servirme de inspiración.

Encontré patrones para realizarlo a partir de casquetes(como gajos) para darle una forma mas esférica, y otros a partir de un circulo y un lateral recto, que se acercaba mas a lo que imaginaba.
Modelos de patrones de Smoking cap- Peterson´s Magazine (1870)

Me gustó este modelo en particular y es el que terminó sirviendo de inspiración a mi realización.

Es la segunda labor de bordado que realizo, para la que elegí un terciopelo negro e hilos de varios colores, forro de raso bordó y los flecos realizados en hilo de seda.

Lo primero que hice fue trazar los patrones, para lo que tomé la circunferencia de mi cabeza y realicé un circulo para la parte superior con el diámetro de la misma. 
Para el lateral realicé un rectángulo con base de la circunferencia de la cabeza, y el alto de unos 8 cm. En esos mismos patrones aproveché para trazar el diseño del bordado que luego transferí con tiza al terciopelo para proceder al bordado. 
Detalle de bordado floral en pieza lateral

Una vez terminado el bordado, corté las dos piezas de terciopelo y les puse entretela para darle mas rigidez que permita mantener mas prolija la costura en la circunferencia y su forma final.
Dos piezas de terciopelo bordado que componen el gorro

Para el armado cosí el largo del rectángulo sobre el círculo uniendo los derechos. De igual manera realicé el forro en raso, cosí las dos partes entre sí, colocando en la unión una cinta de algodón para darle un buen acabado interior.
Interior forrado con raso 

Luego bordé una pieza pequeña de terciopelo con la que forré el botón que ubiqué al centro del círculo para ocultar la fijación de los flecos de hilo de seda previamente cosidos.
Smoking cap terminado - Detalles de botón y flecos y bordado lateral