sábado, 8 de febrero de 2014

¿Que es un Dandy?

Un dandy o dandi  es una persona muy refinada en el vestir, con grandes conocimientos de moda, proveniente de la burguesía, con una fuerte personalidad y poseedora de nuevos valores con la sobriedad o el uso los avances traídos por la Revolución Industrial, que terminaría convirtiéndose en un referente para su época. Utiliza el vestido como una manera de disidencia, es decir, se viste bien, con prendas buenas, pero nunca como los demás.  Introduce elementos transgresores en su forma de vestir: Lord Byron vestido de turco; ningún inglés de inicios del siglo XIX vestía de ese modo. El dandismo es ponerse prendas que aún llamando la atención, mantengan un aire de elegancia, pero que a la vez destaquen.
La corriente asociada al dandy se denomina «dandismo», sin estar claro el origen de la palabra ni si su procedencia fue más literaria que real o al revés, pero nació en la sociedad inglesa y francesa de finales del siglo XVIII. Con posterioridad se iría expandiendo a otras naciones llevada por personas que habían residido en Londres y París. El dandismo se convirtió en un referente para la moda masculina, para los valores y para las costumbres de las sociedades europeas muy agitadas por las distintas revoluciones acaecidas entre los siglos XVIII, XIX y principios del XX. 
Esta corriente fue contestataria con la sociedad de su época y con movimientos como el romanticismo del que pretendía separarse. Los seguidores del dandismo contribuyeron a crear la moda masculina actual, así como el concepto de celebridad, el de derechos de imagen y el de tribu urbana.
Caricatura de un club dandi en 1818. 
El uso y abuso de prendas de cuello eran criticadas en su época,
 pero fue una moda que contribuyeron a imponer.
El final de los dandis es discutido, como también lo es su propia existencia. Para académicos como Félix de Azúa, éste llega con la Guerra Franco-Prusiana y la Primera Guerra Mundial. Para autores como Page-Fort  la figura del dandi volvió a surgir en el cine tras las dos guerras mundiales y puede considerarse que perdura de una forma u otra en nuestros días. Así mismo, las monografías existentes discuten si fue un movimiento meramente masculino o, por el contrario, debería mencionarse también a mujeres dandis.
Comparto este breve artículo traducido que encontré en  http://www.janeausten.co.uk  (recomendable sitio para interiorizarse con el período Regencia)

Fue Beau Brummell un Dandy?
Es una creencia popular que un dandy de la Regencia era un horror empolvado y adornado, vestido de seda y amanerado. Nada podría estar más lejos de la verdad. El dandi original y más grande de todos - Beau Brummell -se habría retrocedido de horror de ser comparado con estas criaturas. A pesar de que tenía un sentido muy refinado(...), estas pretensiones eran sólo complementos a su razón de ser : su apariencia . Fue muy claro en que la ropa no debía llamar la atención, " nada demasiado apretado o demasiado de moda" , sentenció . Si las cabezas se volvían para mirar a un hombre por la calle, sería porque no estaba bien vestido. La máxima de Brummell era " lino fino y abundante" Nunca fue extravagante, sino viril y digno, y aunque no era alto, se esforzó por ser perfecto en todos los sentidos. Su toilette diaria tomaba más de dos horas e involucraba cepillarse los dientes, afeitarse, un lavado profundo y exfoliación del rostro; seguidamente cepillaba su cuerpo por todas partes con un cepillo duro y, finalmente, retoques retirando pelos restantes errantes con un par de pinzas . Se enorgullecía de no necesitar perfumes porque estaba muy limpio. La búsqueda de Brummell en la perfección al vestir le llevó a idear un estribo para ir montado de pie para que sus pantalones no se arruguen, pero es el cravat (o corbata) por lo que fué más famoso . Una historia relata que su valet salía de la habitación, con los brazos cargados de pañuelos de lino diciendo: "Estos son nuestros fracasos "- no es de extrañar que Brummell inspiró la tonada:


Mi corbata , por supuesto, constituye mi principal cuidado ,
de acuerdo a los parámetros de mi juramento de elegancia, 
y no me cuesta, cada mañana, unas horas de frenesí, 
para dar la impresión de estar arreglado a toda prisa.

Invariablemente vestido con un abrigo azul abotonado fuertemente a la cintura con las colas cortadas por encima de la rodilla, pantalones y chaleco de color de ante, acabados con la más blanca de las corbatas blancas y botas de Hesse del negro más negro cuyo brillo, se dijo, se extendía hasta las suelas y se mantenía tras salpicarse con la espuma del champán. Su única joyas eran sus botones de brillantes y un simple anillo de sello. Él decía de sí mismo : "No tengo otro talento que no sea para el vestir, mi genio está en el uso de la ropa. "

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Dandi
http://www.janeausten.co.uk/beau-brummell-and-the-birth-of-regency-fashion

jueves, 6 de febrero de 2014

Quinta Reunión SVA Argentina - Recreación Tertulia Regencia

Sirva el posteo anterior de Preámbulo para presentar un breve relato y algunas fotografías de la recreación realizada en Julio de 2011.

Fué mi primera reunión en la Sociedad, y mi presentación a los amigos”porteños”, mis nervios se fueron disipando al ingresar al salón de la residencia de Lady Victoria (nos llamaré por nuestros avatares victorianos), y descubrir sonrisas con promesas de amabilidad y gestos de camaradería. 
La decoración del salón y el vestuario de los contertulios brindaban a la escena una atmósfera de ensueño, evocando a la perfección épocas pasadas.



Inmediatamente los caballeros presentes me invitaron a unirme a su ingeniosa conversación que alternaba entre el arte y Casanova.


En ese momento se dio la oportunidad de expresar a Lord Byron mi admiración por su talento y confesarme un seguidor de su obra escrita, no sé si en muestra de agradecimiento por mis palabras o porque la noche prometía vino y tabaco, se ofreció a enseñarnos a fumar en pipa. Divina decadencia la suya a la que nos sedujo.

Luego nos convocamos en torno a la mesa para disponernos a cenar, alternando sitios entre damas y caballeros como indica la etiqueta. La conversación fluía entre los platos y copas centellantes gracias a la encantadora compañía: toda una alegría al descubrirlos tan fascinantes y talentosos.




La cordialidad y el humor en torno a la mesa, el brillo del talento de los artistas y el disipado ambiente que se vivió en la terraza de fumadores hicieron de la casa de Lady Victoria,dieron paso al inicio de las actividades culturales como la entonación de melodías a cargo de la anfitriona-soprano- que nos deleitó con arias, y duetos con el Duque Frederick-tenor. 


Recordemos que durante esta época, la capacidad de cantar y tocar el piano o el violín se convirtió en un atractivo social muy solicitado, particularmente en una mujer. El piano y las clases de este instrumento tuvieron un auge importante. De acuerdo a Amado Nervo “tener maestro de piano en México es algo indispensable, algo que entra entre lo imprescindible en la vida”. Las señoritas burguesas eran los personajes principales dentro del proceso de aprendizaje de la música en el siglo XIX. 

Hubo también lecturas de poemas de Byron a la luz de las velas, debates de ideas mientras disfrutábamos del chocolate y hasta una creación literaria colectiva.





A continuación comparto  el “experimento literario” que desarrollamos en la sobremesa de la cena inspirado en una escultura que se encontraba en la estancia, del que participaron gran parte de los comensales, y al que luego me dedicaría a ilustrar.

El Dionisos de piedra observa…
“El Dionisos de piedra observa, solapado, la larga mesa. Criatura impía, refugia su mirada en los candelabros encendidos. Recuerda, con perversidad de tiempos antiguos, esas arcanas orgías en los helados y ventosos montes y bosques oscuros. Ahora, prisionero en el frío mármol, ya no es capaz de bailar esas danzas macabras, impías, ancestrales. Mira, observa malicioso, con desdén, a esos distinguidos comensales. Maldice cada bocado, descubre cada secreto; adivina, en el brillo de sus ojos, el inefable destino: “¡eterno girar de condenados!”
Las mortecinas llamas de las velas se reflejan en los cubiertos de plata, al golpear, tintinear en la vajilla. Y ahora llega el plato principal. Uno a uno, los comensales callan. En sus ojos opacos nace un mismo fulgor, a medida que sus cabezas giran hacia la puerta principal de la sala.
Rauda, la moza deposita los platos en la mesa: tiene cada uno su respectiva tapa, para proteger la comida del frío. Los comensales, unidos por una extraña complicidad, parecen no querer descubrir la fina plata que cubre sus alimentos. Se respira en el aire una cierta tensión cuya procedencia se desconoce. En un especie de ritual, en un estado de trance absoluto, levantan al unísono las tapas y, sorprendidos, al borde del horror, observan su cena: sus propias cabezas cortadas y sangrantes, que se yerguen sobre la porcelana, cual gárgolas ancestrales recubiertas de la sal de sus lágrimas dormidas. Mientras, su espíritu agoniza; mientras, sus entrañas se retuercen presas, cautiva.
Baco sonríe, y se mecen las viñas. Termina la historia, la oda y la poesía: los comensales muertos, la cena servida. “




Evocando relatos sobre lo que fueron las tertulias, y haciéndome una imagen para ilustrarlas, no me queda mas que felicitar a todos los que participamos de aquella reunión por la recreación que realizamos. Salvo algunas licencias y transgresiones, cumplimos con los aspectos culturales de la misma sobresalientemente. Y si bien la red está en continua construcción, como es el caso de este servidor que fue el primer evento de SVA en el que participó, formamos un circulo social al que todos pertenecemos por rango y condición (de elite suena petulante) todos fuimos “tan adecuados” y seguimos de maravillas el protocolo (Un guiño para miss Geogianna que nos alecciono sobre el protocolo en la mesa).

Podrán ver mas crónicas de este evento en:
http://www.sociedadaugusta.com/AUGUSTA/viewtopic.php?f=16&t=3473


¿Que es una Tertulia?

Como ya he comentado, la primera reunión como miembro de SVA a la que asistí fue a una recreación de una Tertulia ambientada en la época Regencia, lo que quizás pueda resultar una idea algo ecléctica al combinar una tradición tan hispana como el de estas reuniones, con el gusto por la vestimenta y la adopción de los avatares de la mayoría de los contertulios con una inspiración británica. Lo cierto es que llámese Tertulias, Salons Franceses, Literary circles ingleses, o las posteriores Schubertiades, las características principales de estas reuniones fueron similares y brindaron el ámbito propicio para la divulgación de las nuevas ideas y gustos artísticos de la nueva Sociedad burguesa.

Schubertiade (1868 ) , dibujo de Moritz von Schwind 

Dos espacios de vida social se hallaban consolidados en el siglo XIX: el espacio privado de los salones y el espacio público de los teatros.
El ambiente de los salones era un espacio donde familias de abolengo hacían reuniones, tertulias literarias, conciertos pequeños y noches de baile en las que todo debía ser “gracioso, elegante y esplendido”. García Cubas en sus memorias describe el ambiente de los salones diciendo: “...a la casa que voy a conducirte es de las principales de la ciudad y se halla situada en una calle céntrica. La familia que habita se distingue por su trato fino y esmerada educación, de abolengo transmitida”. Las mejores familias de la sociedad burguesa hacían este tipo de reuniones en las que la música era imprescindible; no podía estar ausente en las fiestas y conmemoraciones.
El Himno Nacional en la sala de Mariquita Sánchez de Thompson, óleo sobre tela de Pedro Subercaseaux (1880-1956) 

Una tertulia era una reunión informal y periódica de gente interesada en un tema o en una rama concreta del arte, la ciencia o la filosofía, para debatir e informarse o compartir y contrastar ideas y opiniones.
Era una costumbre de origen español y se mantuvo arraigada hasta mediados del siglo XX en sus colonias independizadas. A los asistentes se los llamaba «contertulios» o «tertulianos», y solían incluir a personas del ámbito intelectual.
Tertulia en Santiago (1840)

En la columna “La Historia en Foco” de Felipe Pigna, publicada en la Revista Viva de Diario Clarín de Argentina, en el artículo “Censura en Carnaval”, si bien retoma principalmente los bailes de los negros y los festejos de esa fiesta pagana que escandalizaban a la sociedad Porteña del último cuarto del siglo XVIII, trata también el tema de las tertulias, y cito:
…”la imitación de hábitos de una ciudad cortesana hizo que se adoptara la costumbre de organizar reuniones periódicas en las casas de las familias más ricas, como forma de sociabilidad de elite y de ostentación de prestigio ante sus pares. Aunque es habitual que hoy se las recuerde como “tertulias”, en realidad este nombre se aplicaba a un tipo en particular.
Las tertulias eran reuniones, generalmente semanales, en principio convocadas con una función cultural como la lectura o declamación de textos, interpretación de piezas musicales, las conversaciones sobre temas artísticos, científicos o de un interés especial para sus participantes, Pero también se realizaban saraos, reuniones en casas de vecinos, que no tenían otra finalidad que la diversión, el baile, música y conversación.
Las tertulias servían de medida del prestigio de cada familia. Las más encumbradas recibían a las máximas autoridades- el virrey en Buenos Aires, los gobernadores en las capitales correspondientes, los obispos o principales miembros del clero de cada ciudad, los miembros del cabildo- y a ellas aspiraban a integrarse los que deseaban “pertenecer” al círculo de la elite local.
Para hacerlo era necesario ser ya contertulio habitual-es decir, pertenecer a la red de vinculaciones familiares y sociales de ese círculo- o concurrir con quien ya lo era. Por supuesto que ningún contertulio se atrevía a llevar consigo a personas que no se considerasen “adecuadas” por su rango o condición, en un protocolo o escrito pero puntillosamente respetado.”
Tertulia Porteña (1830) Carlos Pellegrini

Fuentes:
http://culturacolectiva.com/el-baile-el-salon-y-las-partituras
http://es.wikipedia.org/wiki/Tertulia

miércoles, 5 de febrero de 2014

Atuendo masculino estilo Regencia

La primera prenda confeccionada para Mr. D.H.Grantham (Por entonces Sir Marmaduke) corresponde a la recreación del período Regencia, para el que realizamos una Tertulia en julio de 2011. Como ya he comentado tomé como modelo una caricatura de George "Beau" Brummell, acuarela de Richard Dighton (1805).
Atuendo Regencia (inspirado en Beau Brummell)

La camisa, pantalón y el chaleco los realicé a partir de patrones adaptados de imágenes que encontré en la web. Para la camisa usé batista blanca. No significó un gran desafío pues se realiza a partir de una serie de piezas rectangulares muy simples y conseguí un excelente instructivo para confeccionarla.

Modelo de camisa 



Como no era la primera vez que confeccionaba un pantalón, la complejidad de los breeches o britches radicó en cómo solucionar la parte frontal, por suerte encontré unas excelentes fotografías con gran detalle que lo demostraban. Solían fabricarse en pana o en tela asargada, pero opté por una gabardina blanca (si salía mal no sería tan trágico el sacrificio).


Para el chaleco también usé fotografías para realizar los patrones, y opté por un genero tipo brocado, con detalles ornamentales con inspiración floral y damasco (una buena opción, que luego me sugeriría Sir Patrick, otro miembro de SVA, era la tela de tapicería, que es de mejor calidad que la que yo emplee).




Para la Chaqueta Miss Dashwood y Sir Patrick, ambos miembros de SVA,  me facilitaron patrones que fueron de gran ayuda, ya que el corte de mangas y el armado de espalda son completamente diferentes a la sastrería masculina actual. Ni hablar lo difícil que me hubiera resultado solucionar ese cuello alzado, que resultó ser mucho más simple de lo que había imaginado. 




Nunca había realizado correctamente una prenda forrada y además era mi primer atuendo, por lo que los consejos brindados por Miss Dashwood y Sir Patrick fueron de gran ayuda, además de las hermosas tardes de costura que compartimos por aquellos días. 
Finalmente llegaría la esperada Tertulia, la hora de lucir el atuendo y hacer honor a “Beau”, con el complemento de un par de botas negras de montar, una galera, guantes blancos y un cravat blanco confeccionado con el mismo género de la camisa.


Posteriormente, para asistir a la Recreación del Día de San Martín de Tours 2012, como era un clima más cálido y se trataba de un desfile, cambié las botas por zapatos y spats altos.


Junto a Doña Mariana

Este mismo posteo lo he compartido en el hilo correspondiente de la SVA:
http://www.sociedadaugusta.com/AUGUSTA/viewtopic.php?f=15&t=3955


El Período Regencia y la moda masculina

Antes de presentar mi primer atuendo estilo Regencia, repasaré algo de este período.

El Período Regencia en el Reino Unido es el período entre 1811 y 1820, cuando el rey Jorge III fue considerado no apto para gobernar y su hijo Jorge IV fue instalado por la Regencia como príncipe.


Jorge IV, heredero del trono del Reino Unido.

 El término a menudo se aplica a los años comprendidos entre 1795 y 1837, una época caracterizada por modas distintas, la política y la cultura. En este sentido, puede ser considerado como un período de transición entre las épocas georgiana y victoriana.
 La moda de este período es también llamada Imperio, pues corresponde a las prendas usadas en Francia luego de la Revolución y principalmente durante el Primer Imperio de Napoleón Bonaparte.La dirección que tomó la moda en este período fue determinada por la burguesía, con un gusto por la seguridad, la austeridad, lo cerrado y lo respetable, y ya no por las fantasías y la opulencia de los aristócratas del siglo precedente. Así un aspecto pulido y ajustado sustituyó las modas extravagantes del siglo XVIII, y aunque implícitas, estrictas reglas de vestir controlaban lo que el hombre usaba.

 
Prendas del vestir masculino- Caricatura de Beau Brummell

 Los abrigos terminaban en largas colas en la espalda pero eran cortos en el frente, revelando un chaleco corto. Los pantalones reemplazaron gradualmente a las calzas a la rodilla o calzón y a la media aristocrática, despareciendo estos últimos del vestuario masculino hacia fines de este período.

Pantalón


 La austeridad de los tejidos de un solo color o discretamente rayados será lo que prime en la vestimenta de los hombres.Esta vestimenta que es aparentemente simple, comienza a adquirir detalles en su manera de confeccionarse y en los detalles internos, el traje del hombre durante el siglo XIX expresara estos avances en moldería y cada vez establecerá una mejor relación con el cuerpo estableciendo un calce perfecto. 



 De esta forma la moda del siglo XIX es una moda femenina, ya que se dirige principalmente a la mujer. La división sexual de la ropa se ve repentinamente mas acentuado. Se reforzara el dimorfismo sexual, inaugurando un periodo en el que se proclaman una moda para la mujer y una no moda para el hombre, en las que la manera de vestir masculina será austera, rígida y oscura y se opone en todos los aspectos al traje femenino, que seguirá siendo el único marcado por el color y la frivolidad. 




En este contexto la figura del dandy, supuso un cuestionamiento a la situación en la que el hombre se había colocado con respecto a la moda.Los dandy reivindicaban el buen gusto y la elegancia, la vida de ocio y libertina.Sus prendas no eran particularmente extravagantes, eran sobrias pero por sobre todo refinadas, de calce perfecto y atenta a cada detalle de conjunto.




Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Período_Regencia
http://historiadelhabitat.blogspot.com.ar/2012/10/imagenes-moda-siglo-xix.html

¿Quien es Beau Brummell?

Corría el año 2011, cuando fui invitado a participar de mi primer evento de recreación por parte de los miembros mas antiguos de la SVA Argentina. En esa ocasión se realizaría una Tertulia del período conocido como Regencia, así es que me embarqué en la tarea de confeccionar el primer atuendo para mi alter-ego victoriano: D.H.Grantham (a.K.a. Sir Marmaduke Bonthrop).

Nunca había realizado nada parecido mas que algunas incursiones en sastrería actual, asi es que me remití al hilo dedicado a la moda de este período del foro de la SVA, y tras leerlo completo en busca de información, modelos y patrones, dí con el singular personaje de Beau Brummell, y más allá de lo frívolo y excéntrico que me resultó, me pareció fascinante su interés por la moda y el hecho de que se le atribuya la creación del traje moderno de caballero vestido con corbata o algún tipo de pañuelo anudado al cuello y también el haberlo puesto de moda.

George Bryan Brummell, conocido como Beau Brummell («el bello Brummell») (Londres7 de junio de 1778 – Caen30 de marzo de 1840), fue el árbitro de la moda en la Inglaterra de la Regencia y amigo del príncipe Regente, que accedió al trono en 1820 como Jorge IV.


Desde sus primeros años de vida se interesó grandemente por la moda, y en especial por sus propios atuendos. Con doce años fue enviado a Eton, donde se hizo popular y conoció al hombre que marcaría su destino, el futuro Jorge IV. Estudió posteriormente en Oxford donde, a su reputación como hombre a la moda, añadió otra como ingenioso y de lengua afilada. Regresó a Londres e inició una intensa vida social, profundizando su amistad con el Príncipe de Gales. Ingresó en el ejército, donde ascendió al grado de capitán. Decidió abandonarlo porque no le permitía cumplir con sus múltiples obligaciones sociales. Con veintiún años heredó 30.000 libras al fallecer su padre. Con el apoyo del Príncipe de Gales y con la inmensa fortuna heredada, inicia la extraña carrera
como ministro de la moda y el gusto, que perfeccionó como un arte. La nobleza, los poderosos y las mujeres bellas se rendían ante sus dictados. Era un dandy, un exhibicionista, un ingenioso, verdaderamente original, que no dudó un solo instante de su buen gusto por las ropas, ni del deseo de imponer ese gusto a los demás, ni de dejar de gastar parte de su fortuna en su ropa. 


Caricatura de Brummell, de 1805.


El Regente-Príncipe de Gales tartamudeó cuando Brummell le dijo que no le gustaba el corte de chaqueta de cola. En un baile, la parte posterior del vestido de la duquesa de Rutland ofendió su buen gusto. La hizo retirarse, ayudada por sus lacayos. Nunca trabajó: "Ser dandy es una profesión de tiempo completo".
Detestaba las ropas con líneas y excéntricas o colores histéricos, aspirando al difícil y quizás imposible arte de pasar notoriamente desapercibido («conspicuosly inconspicuous»).
Al final, la fortuna de Brummell no fue capaz de soportar tan desenfrenado tren de vida. Con treinta y ocho años perdió tanto su fortuna como el favor del rey. Los acreedores comenzaron a acosar su casa. Brummell no salía de su casa sino de noche, ya que de día ésta se encontraba rodeada de una turbamulta de zapateros, joyeros, sastres, hacedores de botas y comerciantes de vinos. A los treinta y ocho años y para evitar la prisión, huyó a Calais. Allí trató de vestir con un mínimo decoro pero su ruina era ya completa. En Francia fue al fin a la cárcel. Algunos amigos trataron de rescatarlo y le asignaron una pequeña renta mensual que le servía para pagar la habitación en una pensión. Se trasladó a Caen. Incapaz de vivir sino como un príncipe, dejó de vestirse, bañarse y afeitarse. De noche, en el mísero cuarto de la pensión, organizaba simulacros de las grandes cenas que había vivido. Después de dos apoplejías de origen sifilítico, Beau Brummell murió en el asilo de caridad pública del Bon Saveur en Caen.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Beau_Brummell

Presentación en Sociedad del Blog

Desde el 2011, año en el que fuí aceptado como miembro de la Sociedad Victoriana Augusta, he dedicado parte de mi tiempo a la recreación histórica del siglo XIX y la época victoriana. 
Si bien el motivo de mi ingreso a esta Sociedad no fué el de la realización de prendas de vestir, sino el interés por distintos aspectos de ésta época a la que admiro y a la que pertenecen tantas obras de arte y artistas, descubrimientos y avances tecnológicos que aún hoy me maravillan,debo admitir que le he tomado el gusto a la confección del vestuario recreacionista.
Tras haber participado de varios eventos organizados en Argentina, Augusta ya ha comenzado a ocupar un lugar precioso en mi guardarropas, y entre mis jeans, remeras y zapatillas, asoman mis prendas Regencia, spats o el largo Frac Eduardiano, que desde desde hoy comparto con ustedes.