En el siglo XIX comienza a desarrollarse el turismo, los centros de veraneo y las actividades recreativas relacionadas con el ocio, esto tuvo un gran impacto en la sociedad y, por lo tanto, en la moda.
A medida que la sobriedad y la uniformidad de los tonos oscuros se apoderaban del traje masculino, la ropa para el tiempo de ocio se hizo mas llamativa y reveladora.
Para el ocio y las actividades al aire libre de verano se populariza el uso de prendas de colores claros o blanco, y pasa a ser un símbolo del hombre que no trabaja con las manos.
Las prendas se adaptaron a la práctica del ejercicio saludable con materiales elásticos como el punto (tejido).
Los vendedores de telas y camisas confeccionadas comenzaron a interesarse por la ropa para actividades deportivas como el críquet, remo, montañismo y golf.
Firmas francesas o británicas como Aquascutum y Burberry fabricaban sargas de algodón impermeabilizadas apropiadas para caza, tiro y pesca. En 1879, Thomas Burberry inventa el algodón de gabardina, un tejido transpirable, impermeable y resistente que revoluciona las prendas para la lluvia, hasta entonces pesadas e incómodas. El algodón de gabardina se patenta en 1888.
Los clubes deportivos reunieron empresarios, militares, artistas y escritores en busca de un cuerpo sano en una mente sana. J.M.Barrie , autor de Peter Pan, incluso fundó su propio equipo de críquet en 1887.
El Blanco se impuso para el tenis y el críquet a finales de la década de 1860. El traje se compone de una chaqueta liviana de lino (llamada blazer), pantalón, camisa de algodón y gorra.
Las casacas o chaquetas se mantienen a la moda, pero surgen nuevas versiones más cortas, que se distinguen del saco por una costura de la cintura. Son de cierre alto, generalmente solo se cerraban con el botón superior, son rectas o no tan entalladas a la cintura, se acorta su largo y redondean abajo. Este tipo de chaqueta pasa a ser de uso tanto para las actividades de la vida diaria, para el ocio como picnics y paseos, y para actividades deportivas, como caza, tiro y montar, variando en sus tejidos, colores e incluso estampados.
Los ternos o trajes de tres piezas que consisten en un saco abotonado con chaleco y pantalones a juego, llamados ditto suits, crecen en popularidad al finalizar el siglo.
Las piernas de los pantalones se vuelven mas anchas y la bragueta recta con botonadura oculta reemplaza definitivamente al alzapón en los pantalones.
El cravat y las corbatas anudadas con nudo de lazo dan paso a la pajarita o corbata de moño, y al plastrón o lazo Ascot .
Ya compartí fotos del vestuario de la película La edad de la inocencia, pero otro diseño de vestuario que refleja maravillosamente la ropa de ocio de fines de siglo XIX es A Room with a view ( en Argentina llamada Un amor en Florencia) de 1985, diseñado por Jenny Beavan y John Bright.
Enamorado como estoy de estas dos películas y desde el momento que las ví necesitaba un traje de paseo blanco, porque si: D.H. Grantham no es precisamente un hombre que trabaje con las manos.
Inspirado en el vestuario de Newland Archer y un traje de 1865-1970 conservado en el Met, me decidí a diseñar y confeccionar mi traje claro para los paseos de verano.
Cuando emprendí el proyecto estábamos en Fase 1 de aislamiento por la pandemia de Covid-19 (que hubiera deseado me encuentre con algún atuendo del renacimiento italiano, y posiblemente en Florencia, para pasar la cuarentena relatando historias como en el Decamerón, pero me encontró en mi departamento y realizando teletrabajo) por lo que me dispuse a trabajar con materiales que tenía en casa: una gabardina de algodón muy clara.
Utilicé como base para el trazado de patrones un chaqué de "The cutter's Practical Guide"y, basándome en la inspiración del traje del Met, modifiqué los puños, acorté el largo disminuí la curva del pecho y lo hice un poco mas recto para que no se entalle tanto, pero mantuve la costura en en la cintura.
De acuerdo a la inspiración, le realicé ribetes de bies color caqui, y encontré unos botones de hueso con engarce metálico dorado que me encantaron para este atuendo.
Por ser un traje de verano decidí no hacerle chaleco, para tener menos capas de ropa, por lo que se me ocurrió bordar tiradores, detalle que se revelaría al abrirse la casaca. Inspirándome en varios modelos que fui recolectando.